El balcón de la casa donde nació Íñigo Noriega Laso en la calle La Calle de Colombres será el lugar desde el que María Cristina Noriega Armendaiz verá hoy a los Reyes de España, don Felipe y doña Letizia, durante el paseo de los monarcas en dirección al Ayuntamiento, y cuando visiten los puestos de la Feria de Indianos instalados en la plaza Manuel Ibáñez, antes de poner rumbo a la iglesia y al Archivo de Indianos.

María Cristina Noriega, de 91 años, es la única nieta viva de Íñigo Noriega Laso, el célebre indiano colombrino que en el año 1906 construyó el edificio que hoy alberga el Archivo de Indianos, punto neurálgico del estudio de la emigración asturiana a América y un lugar sin el cual no se entendería que hoy Colombres sea galardonado con el premio "Pueblo Ejemplar de Asturias".

"Estoy muy contenta por el premio y por la visita de los Reyes a Colombres. Me hubiera gustado conocerles", dice la nonagenaria. Lamenta, eso sí, no poder asistir a los actos debido a su reducida movilidad y al hecho que los Reyes no pasen por delante de la casa donde vino al mundo su abuelo. Algún lugareño y la familia de María Cristina critican que el Ayuntamiento de Ribadedeva haya pasado por alto un reconocimiento a la única descendiente directa de Noriega Laso en tan importante jornada para la localidad. "Nos choca que no se hayan acordado de mi madre", señala Carlos Puertas, hijo de María Cristina y biznieto de Íñigo Noriega Laso, a quien el escritor y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA Ignacio Gracia Noriega define en uno de sus textos como "personaje vinculado a la gran economía terrateniente y financiera, a la política, a la literatura, a la leyenda y a la historia de México. Cantinero en la ciudad de México, comerciante, tabaquero, hacendado, financiero, fundador de ciudades, amigo y hombre de confianza del presidente Porfirio Díaz (?)".

Pese a no haber conocido en vida a uno de los indianos más importantes de Ribadedeva -María Cristina nació cuatro años después de que su abuelo falleciese-, guarda en su memoria un puñado de anécdotas que dibujan algunos de los rasgos más sobresalientes de su personalidad.

Noriega Laso tuvo once hijos reconocidos y un rosario incontable de descendientes naturales. "Mi madre me decía que era muy guasón", dice.

Noriega Laso, según cuenta su nieta, tuvo una manera muy particular de pedir a su progenitor que instalase luz eléctrica en la casa familiar. "Mi bisabuelom José Noriega Mendoza, iba por las estancias de la casa encendiendo las velas y mi abuelo, sin que se enterase su padre, le seguía por detrás apagándolas", dice.

En la casa que hoy acoge el edificio del Archivo de Indianos recuerda María Cristina haber jugado hasta por el tejado en compañía de sus primas. "Hoy casi no me puedo mover, pero hasta hace muy poco no paraba en casa. Salía todos los días con mis amigas por Colombres", explica. En la capital de Ribadedeva pasa todos los años largas temporadas, desde comienzos de junio hasta finales del mes de octubre, cuando regresa a Madrid para pasar allí el invierno.

El consistorio ribadevense justificaba ayer el descuido de no haber invitado a María Cristina ni a sus descendientes a ninguno de los actos que hoy tendrán en lugar con motivo de la visita Reyes de España argumentando que no han podido estar a todo. "Si alguien de la familia nos hubiese pedido una invitación, se la hubiésemos dado sin ningún problema", aseguró el alcalde de Ribadedeva, Jesús Bordás.

Luis D'Aurelle de Paladines, de 90 años de edad y actual Conde de Ribadedeva y biznieto de Manuel Ibáñez Posada, el otro gran indiano de la historia de Ribadedeva, sí que podrá saludar, junto a otros descendientes, a don Felipe y doña Letizia.