El papa Francisco instó ayer a eliminar cualquier tipo de prejuicio contra el pueblo gitano, al tiempo que pidió a quienes pertenecen a la etnia que no den ocasión para que se hable mal de ellos, durante el encuentro en el Vaticano con 5.000 gitanos llegados de todo el mundo. El encuentro de Francisco con los gitanos fue organizado por el Pontificio Consejo de los Migrantes e Itinerantes, con ocasión del 50 aniversario de la considerada histórica visita de Pablo IV a un campo de gitanos en las afueras de Roma. Francisco afirmó que ha llegado el tiempo "de erradicar los prejuicios seculares, recíprocas desconfianzas que son las bases de la discriminación, del racismo y de la xenofobia". "Ninguno se tiene que sentir aislado, ninguno está autorizado a pisar la dignidad y los derechos de los otros. Es el espíritu de la misericordia quien nos llama a luchar para que se garanticen todos estos valores".