"Estoy feliz por haber podido compartir con él tantos años? Es el hombre más fascinante que he conocido. Me enamoré de él desde que iba a su clase. He conocido a muchas personas, incluidos diez Premios Nobel, pero Carlos ha sido la persona con el corazón más bonito que he conocido".
Ruth Crespo llegó sola al tanatorio madrileño, saludó a algunos amigos, los académicos Santiago Muñoz Machado y Pedro Álvarez de Miranda, y el periodista Juan Cruz, entre otros, y recordó emocionada la figura de su marido.
"Yo he estado con él porque le admiraba, lo he acompañado a todas partes y me he volcado con Carlos. He querido estar con él siempre. Lo he atendido yo sola, cuando en el hospital lo atendían quince personas, y he estado a su lado durante el pleito del Archivo de Aleixandre, atendiendo la casa y todo lo demás. Lo he hecho yo solita porque no quería a nadie y él me quería tanto que me soñaba y me llamaba. Me siento la mujer más dichosa del mundo por haber estado con él", aseguró a los periodistas entre lágrimas.
Y después, un sentido homenaje a la cuna de Bousoño: "Asturias era la tierra de mi marido y también la mía. Era un gran asturiano, un gran hombre, un gran español y una persona maravillosa. Era bueno, no era arrogante, era generoso con la valía de los demás. Se acordaba mucho de Oviedo y de Boal también. Aunque se fue enseguida a Oviedo, volvió durante la guerra".
Crespo habló de planes próximos. El RIDEA publicará a principios de diciembre una antología poética. Será el momento para que Asturias rinda honores a un hijo ilustre.