El escritor y abogado asturcubano Luis Ricardo Alonso falleció el pasado domingo, a los 86 años, en Lancaster (Pensilvania, Estados Unidos), sin poder volver a Cuba, el país donde se crió, donde se enfrentó con las letras de abogado y periodista a la dictadura de Fulgencio Batista y al que, tras la victoria de la revolución, representó como embajador en Perú, Noruega, Suiza y Gran Bretaña.

En 1965 rompió con el régimen de Fidel Castro, volvió a España temporalmente y acabó instalándose en Pensilvania, donde fue profesor de Literatura Española en el Franklin and Marshall College. Decepcionado de la revolución, nunca dejó de tener una visión socialdemócrata de la sociedad. Alonso fue finalista del premio "Nadal" en 1970 con "El candidato", en una carrera literaria que comenzó en 1966 con "Territorio libre" y que contiene títulos como "El palacio y la furia" y "El Supremísimo", relacionados con el tema del poder al estilo latinoamericano. En 1995 ganó el premio "Asturias" de novela con "La estrella que cayó una noche en el mar", que recogía la temática de los balseros, y cerró sus publicaciones con "La segunda muerte de Cristo", en 2007. Deja obras inéditas.

Hijo de padre español y madre cubana, emigró a Cuba de niño con su familia. En los últimos 30 años regresó mucho a la casa familiar de Parres donde había nacido en 1929. Hace días, repuesto de unos achaques, planeaba su próximo viaje. Alonso deja viuda, dos hijos y tres nietos.