Hace años que el teatro y la televisión se han convertido en los refugios profesionales de Aitana Sánchez-Gijón y Juan Diego, los dos actores que ayer recogieron la medalla de oro 2015 de la Academia de Cine, con cierta nostalgia hacia otros tiempos en que el cine español era más "rico y comprometido".

En un acto presentado con cierta celeridad y ninguna pompa por Antonio Resines, presidente de la Academia, Juan Diego, reconoció que si hubo un personaje que le marcó ha sido el señorito Iván de "Los Santos Inocentes", de Mario Camus, uno de los mejores títulos del cine español.

"Esa película supuso empezar otro tipo de carrera, pero no llegó a resurgir un cine rico y comprometido", comentó el actor, que también destacó series de la época como "La Regenta" -protagonizada por Aitana- o "Los gozos y las sombras".

"Vivimos una edad de oro antes de que el mercantilismo se instalara en la sociedad", añadió el actor, que en febrero volverá a rodar, "por amor al cine", una película con un presupuesto de solo 300.000 euros, "No sé decir adiós", en la que compartirá protagonismo con Nathalie Poza y Najwa Nimri.

En el caso de Aitana Sánchez-Gijón, la añoranza fue dirigida a Bigas Luna, con quien rodó "Volaverunt" y "La camarera del Titanic", aunque también mencionó a Gonzalo Suárez, Carlos Saura o Manuel Gutiérrez Aragón. "De Bigas echo de menos su manera de ver la vida y disfrutarla, y ese mundo tan singular que reflejan sus películas", señaló la actriz, que este año fue "Medea" en Mérida.