Miguel Alarcos pude disculpas por sus "desafortunadas y groseras" afirmaciones en las que aseguraba que la llingua es "puta mentira de políticos y filólogos paletos".

El profesor universitario ha emitido un comunicado en el que afirma que "nunca ha estado nunca en mi ánimo soliviantar la sensibilidad lingüística de mis conciudadanos".

A continuación se repoduce el comunicado íntegro:

"Con independencia de mis convicciones, equivocadas o no, pero legítimas, lamento profundamente el daño causado a las personas de bien. Mis recientes afirmaciones, desafortunadas y groseras en la forma, han sido sesgadas y descontextualizadas, extraídas de un ámbito privado y publicadas en la prensa. Esas afirmaciones sólo reflejan el fruto exaltado e insolente de un desahogo que compartí con los miembros de la Agrupación Emilio Alarcos Llorach, Pervivencia y actualidad (AGEALPA), donde se presupone una leal adhesión a los postulados filológicos de Emilio Alarcos, en todo su espectro. No obstante, siempre se han permitido discrepancias en su seno, que hasta ahora se habían resuelto dentro de la privacidad del grupo. No me identifico, pues, con los titulares aparecidos en prensa, ni ha estado nunca en mi ánimo soliviantar la sensibilidad lingüística de mis conciudadanos, ni mucho menos abrir un debate que ya parecía olvidado. En su lugar, comparto una afirmación de Indalecio Prieto, cita destacada por el egregio filólogo en un prólogo sobre la figura del político ovetense: "Acaso en España no hemos confrontado con serenidad las respectivas ideologías para descubrir las coincidencias, que quizás fueran fundamentales, y medir las divergencias, probablemente secundarias, a fin de apreciar si estas valían la pena de ventilar en el campo de batalla". Al margen de las ideologías, lenguas o formas de expresión, siempre ha habido gente buena y gente mala, como dice A. Machado en su poema He andado muchos caminos. Y es a esas buenas gentes asturianas a las que ofrezco públicamente mis disculpas".