El escritor e investigador Armando Murias considera que la etimología que aparece en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua de la palabra asturiana guaje es "incorrecta", pues no proviene del término 'uaxin', de la lengua náhuatl, de los pueblos mexicanos aztecas.

Así lo ha explicado durante su intervención en las 'Xornaes d'Estudiu de la Llingua Asturiana', que estos días celebra la Academia de la Llingua en la Facultad de Filología.

Murias ha incidido en que el término guaje proviene del verbo inglés 'wash', que quiere decir lavar, en referencia al lavado del carbón fuera de las minas, que tradicionalmente realizaban chicos jóvenes que aún no tenían edad para acceder al interior de las explotaciones.

Por eso, ha explicado Murias, el término se importó en Asturias como 'Guaje' para referirse a los chicos jóvenes que hacían de adyudantes de los picadores. El autor recalca en que el origen del término es minero, dado que históricamente solo se utilizaba en zonas mineras de Asturias y de León, y que posteriormente se extendió al resto de la geografía asturiana.

Para reforzar la idea del origen minero del término, se ha referido a las referencias literarias históricas del término. Ha señalado el diccionario-bable de Apolinar Rato, de finales de siglo XIX, que lo define como una una voz moderna de origen minero que significa muchacho o ayudante de picador. "Otro de Julio Somoza de 1899-1901 que también dice lo mismo", explica Murias.

Además, se ha referido al poema 'La tristeza de la mina abandonada', de 1899, de Daniel González-Nuevo Zarracina, a otro texto de Ramón J. Sender, en 1936 y a uno de Dolores Medio, de 1953, incluido en el libro 'Nosotros, los Rivero', en los que aparece el término siempre vinculado al mundo de la minería.

Ha recalcado que la acepción del término que hace referencia a un muchacho o persona joven, solo se utiliza en Asturias y el norte de León, zonas de actividad minera, y no en zonas de Latinoamérica, como señala la RAE.