Ciudad del Vaticano

El Vaticano detuvo ayer al sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda -hasta hace cuatro años ecónomo de la diócesis de Astorga, perteneciente a la provincia eclesiástica de Oviedo- por haber, presuntamente, sustraído y divulgado material secreto, un caso considerado una reedición del conocido como "Vatileaks". El prelado detenido tiene 54 años, es riojano y forma parte del Vaticano desde 2011, cuando el cardenal Rouco Varela le recomendó de manera personal al Papa. Figura en la Prefectura para Asuntos Económicos de la Santa Sede.

Vallejo fue secretario y miembro de la extinta COSEA, la Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede, un órgano creado para estudiar y limpiar las finanzas del Vaticano. La seglar italiana Francesca Chaouqui, de 34 años, que asimismo fue miembro de la esa comisión, también fue detenida ayer pero a las pocas horas la pusieron en libertad. La abogada, Giulia Bongiorno, explicó a los medios que su cliente ya está en casa después de "ofrecer su máxima colaboración y de haber depositado documentos que prueban su declaración".

El Vaticano señaló inicialmente que las investigaciones sobre la "sustracción y divulgación de noticias y documentos reservados" se han desarrollado durante "algunos meses" y que el pasado fin de semana fueron interrogadas dos personas por estos hechos. Vallejo Balda habría conseguido documentos sobre las revisiones contables o la reorganización en curso de la Curia romana.

El promotor de justicia -fiscal vaticano- Gian Piero Milano y su adjunto Roberto Zannotti convalidaron la detención del español. Permanece bajo prisión preventiva y su situación dependerá, según se especifica en el comunicado, del análisis de la Fiscalía vaticana.

Lucio Ángel Vallejo Balda nació en 1961 en Villamediana de Iregua (La Rioja), es licenciado en Teología Espiritual y doctor en Teología y está especializado en asuntos económicos. Es miembro de una asociación intrínsecamente unida al Opus Dei, la "Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz", aunque no cuenta con el derecho de intervenir en nombre de la Obra, subrayó en un comunicado la Prelatura del Opus en la capital italiana.

La divulgación de material clasificado es un delito penado por la legislación vaticana, que prevé penas de entre seis meses y dos años de reclusión a quien "se apropie ilegalmente o revele noticias o documentos que esté prohibido divulgar". Si los documentos afectan a "intereses fundamentales o relaciones diplomáticas" del Estado de la Ciudad del vaticano se aplicará una pena de entre cuatro y ocho años.

En febrero de 2014, Vallejo Balda difundió a los medios que iba a ser nombrado número dos de la Secretaria de Economía, un "ministerio" creado por el papa Francisco para ocuparse de gestionar todas las actividades económicas y administrativas de la Santa Sede, aunque finalmente su nombramiento no se llegó a materializar.

En mayo de 2014 participó en un lujosa comida a la que asistieron religiosos, empresarios y periodistas italianos en la azotea de la prefectura vaticana de Asuntos Económicos durante la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, un acto que no contó con la simpatía del papa Francisco.

El Vaticano revive los difíciles tiempos del "Vatileaks", el escándalo que estalló en 2012 después de que parte de la correspondencia de Benedicto XVI fuera divulgada por su mayordomo, Paolo Gabriele, que pasó a la posteridad como "el cuervo". El material fue recogido en el libro "Sua Santità" (2012), publicado por el periodista italiano Gianluigi Nuzzi y que provocó un enorme revuelo. La detención de Vallejo se produce después de que el pasado fin de semana se conociera el acceso a archivos reservados del ordenador del revisor general de la Santa Sede, Libero Milone, encargado de supervisar las cuentas de la Curia. Milone, de 67 años, fue designado por el Papa en junio.