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PABLO GARCÍA CASADO | Poeta, participa hoy en la Cátedra Ángel González

"El eclecticismo es el signo que identifica a nuestra generación poética"

"Un escritor no puede contar únicamente su biografía personal en sus textos, tiene que enlazar con la biografía de un tiempo"

Pablo García Casado.

Pablo García Casado (Córdoba, 1972) alcanzó el éxito literario con "Las afueras", su primer poemario, publicado en 1997. Desde entonces, ha seguido cultivando una poesía que se mueve entre lo personal, lo cotidiano y lo urbano sin desatender otras referencias globales. García Casado habla, hoy, de su poesía, a las 8 de la tarde, dentro del ciclo "La Nueva Literatura", que organiza la Cátedra Ángel González, en el aula rector Alas del edificio histórico de la Universidad de Oviedo.

-¿Poesía urbana con matices personales es una buena definición para su poética?

-Es una poesía más contemporánea, que bebe en las fuentes de la actualidad y que pertenece al ámbito del ciudadano común. A mí me interesa que la poesía sea habitable, reconocible y que toque los temas significativos para un ciudadano de ahora.

-Se decanta por un lenguaje más coloquial que poético.

-Para que la poesía crezca hay que traer a la poesía lo que está fuera de la poesía, acercar los discursos que no son poéticos, conversacionales, los de la publicidad, elementos ajenos para convertirlos en poéticos, atraer nuevos lenguajes.

-¿Se siente parte de la Generación del 99, como les llamó el profesor García Martín?

-García Martín hizo un buen diagnóstico de la poesía que se estaba haciendo en aquel momento. Me sentí orgulloso de que me incorporara al grupo porque me siento muy cómodo entre esos nombres. Son poetas excelentes y creo que la visión de García Martín fue acertada. Estoy de acuerdo con lo que se contaba entonces y creo que el eclecticismo es el signo identificativo de la generación.

-¿Es una generación que rompe con la tradición española y busca referentes más allá de nuestras fronteras?

-No es romper, no es que la literatura española no valga, es que no nos basta, no es suficiente. No se trata de sustituir, sino de añadir, incorporar otras tradiciones, y eso significa reconocer la tradición española, por supuesto, pero incorporarla dentro de un ecosistema literario mucho más amplio, que es el de la mundialización en los referentes literarios. No queremos que nos sea ajeno nada.

-Si tuviera que poner fronteras a su poesía, ¿dónde estarían sus referencias?

--Hay un referente para mí importantísimo que fue Fernando Pessoa, fue vital para cambiar la manera de enfocar el personaje, la distancia en la relación con el yo. El surrealismo me ha permitido mucha libertad: aunque yo haga una poesía muy realista, el surrealismo me ayudó mucho a liberar el sentido y me abrió las puertas aunque no lo practique. Hay escritores españoles y extranjeros que para mí han sido y siguen siendo importantísimos.

-Es director de la Filmoteca de Andalucía. ¿Qué papel desempeña el cine, internet y las redes sociales en su faceta de escritor?

-Las redes del conocimiento tienen que ver un poco con la actualidad y ésta nos lleva a no centrarnos solamente en la conversación y la tertulia que reunía hace décadas a los escritores, la tertulia ahora es global y el conocimiento también lo es. El mundo ha cambiado mucho y también la forma de relacionarse con el espectador, y todo eso afecta a la escritura. En el fondo buscamos lo mismo, tratar de conmover al que está más allá, mientras eso siga estando ahí nuestro oficio como escritor, por lo menos el mío, va a ser siempre tratar de conmover al otro y así hay que entenderlo desde el contexto en el que estamos ahora mismo, un contexto muy complejo en el que el escritor tiene que saber cuál es su papel.

-En su último poemario, "García", las vivencias personales adoptan una mayor dimensión.

-Un escritor no puede contar únicamente su biografía personal, tiene que enlazar con la biografía de un tiempo. En este último libro he acudido más a mi biografía personal por necesidades casi humanas, pero en general un escritor no cuenta su vida, un escritor pone en marcha relatos, en este caso son míos, pero en muchos otros son historia ajenas, que tienen que ver contigo porque te interesan, pero no son tu biografía personal.

-¿Qué significa el nombre de Ángel González para usted?

-Evidentemente, para que yo me llame Pablo García Casado tiene que existir Ángel González porque para toda mi generación ha sido un escritor imprescindible, para fijar los límites del realismo para hacer esa lectura contenida de la realidad, esa finura y esa emoción. Es uno de mis poetas favoritos, con quien me siento muy cómodo. Ir a la cátedra es un halago que me obliga a dar lo mejor de mí.

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