El nuevo arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, nombrado esta semana, afirma que "ni soy político ni voy a Cataluña a hacer política". En declaraciones a dos periódicos nacionales recogidas por Efe, Omella asegura que va a "Barcelona a escuchar a la gente, a ayudar" y que huirá del enfrentamiento.

"A veces hay tsunamis; hay que intentar comprender lo que ocurre, sin miedo", señala el arzobispo que tomará posesión después de Navidad, y que subraya que "la elección de un obispo se ha de hacer con criterio pastoral nunca político".