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Un camino entre pucheros

Mesa y mantel en el Camino

Carnes asturianas y potajes son los platos representativos del mesón A Reigada, en Grandas de Salime, donde finaliza el tramo asturiano de la ruta jacobea

Solomillo de ternera asturiana acompañado de creps de queso y verduras de temporada. ANA PAZ PAREDES

Los pasos peregrinos siguen dejando su huella camino de Santiago a lo largo del Principado. El Camino Primitivo concita cada año a más personas que, procedentes de todo el mundo, optan por llegar a Compostela atravesando las rutas asturianas. En los meses de frío es lógico y comprensible que el número de peregrinos descienda drásticamente, sin embargo no sucede lo mismo cuando el peregrinaje, en este caso y de buena parte de asturianos, es a comer con amigos y familia a locales donde resulta un placer degustar un buen pote asturiano, una fabada de siempre o un una carne asturiana bien preparada.

En este caso bien puede decirse que, a veces, tanto los peregrinos reales como los "gastronómicos" se dan cita en un mismo lugar una vez llegados hasta Grandas de Salime: el mesón A Reigada, todo un clásico de la hostelería local, abierto allá por 1957 por Ceferino y Daría y cuya buena fama ha sabido mantener su hijo Alfonso López Mesa, quien dirige este local, que cuenta igualmente con servicio de alojamiento, desde 1984.

"Mis padres abrieron el primer local aquí al lado y funcionaba muy bien. Tanto que, con los años y el incremento de la clientela, éste se cerró y se abrió otro local más amplio, justo al lado del anterior, que es el actual. En aquella época quien mandaba en la cocina era mi abuela Manuela, ella y el abuelo eran del pueblo de A Reigada, de ahí el nombre del restaurante", matiza Alfonso.

Grandas de Salime, un concejo de belleza singular y aún no suficientemente conocido por el turismo, es donde finaliza la ruta jacobea en Asturias para entrar, en el siguiente tramo, en tierras gallegas. Descanso, relax, paseo y comida se ofrecen en esta hermosa tierra donde el edificio de la colegiata de San Salvador se impone ante la vista del viajero que llega con hambre y que opta por dirigir sus pasos hasta el mesón A Reigada. Allí ofrecen un menú semanal a 10 euros, a escoger entre tres primeros, tres segundos y postre, que asciende en fin de semana y festivos a 12 euros. En A Reigada son de sobrada fama sus potes, que se van haciendo según la temporada del año. De berza, de verdura, de nabizas, de repollo, de fréjoles o de nabos, por citar algunos. También la carne asturiana tiene protagonismo en este local y es muy demandada por la clientela. Así cuenta, entre algunas de sus elaboraciones, con el solomillo de ternera asturiana con creps de queso y verduras; chuletón o entrecot de buey, costilla de angus, escalopines al cabrales o solomillo de ternera. También tiene pollo al horno o pechuga de pollo a la plancha en su carta.

En cuanto a pescados gusta mucho la cazuela de bacalao con almejas, además de prepararlo también a la plancha. También hay fabada, sopa de cocido, revueltos y callos con garbanzos, por citar otras elaboraciones. En cuanto a postres, los caseros con más reclamo por los amantes de lo dulce son la tarta de piña, la tarta de queso, la tarta de café, el arroz con leche y el flan de huevo.

Durante el fin de semana es conveniente llamar y reservar. Aún más llegados los meses de frío, pues, según comenta Alfonso, en invierno cierran los domingos por descanso. El teléfono de contacto es el 985527017. Dispone de pensión.

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