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Patxi Aizpiri: "Estaba sentenciado desde que dije algunas verdades que no gustaron"

El ya exdirector del Coro de la Ópera de Oviedo afirma que "el nivel del grupo vocal y amateur es de gran altura"

Patxi Aizpiri. LUISMA MURIAS

El pasado miércoles, cuando Patxi Aizpiri fue a despedirse de los miembros del Coro de la Ópera de Oviedo, fue recibido con un cálido e intenso aplauso. Y cuando, tras dirigirles unas palabras, dijo adiós a diez años de trabajo con un resultado brillante, avalado por el público y la crítica, volvió a recibir una gran ovación. Aizpiri se había incorporado ese mismo día al trabajo después de un mes de baja tras sufrir un infarto durante los ensayos de "Nabucco", uno de los grandes éxitos del coro. Pero su trabajo ya no gozaba de la confianza de la dirección artística de la ópera. Así que llegaron a un acuerdo de despido por "causas objetivas".

"Yo ya estaba sentenciado desde que, en una reunión con los responsables de la temporada dije algunas verdades que no gustaron. Durante los ensayos de 'Nabucco' trabajé con bastante tensión y también dije cosas. Estoy agradecido a la Ópera de Oviedo; aunque haya tenido mis discrepancias, creo que hay que pasar página. El coro va a seguir, el que venga que aproveche los mimbres y que los mejore", declaró ayer Aizpiri a LA NUEVA ESPAÑA.

Según ha podido saber este diario, durante los ensayos de "Nabucco" surgieron diferencias entre los responsables de la dirección escénica de la ópera de Verdi y el ya exdirector del coro sobre la importancia del canto y del movimiento actoral de los integrantes de la formación. Patxi Aizpiri no tenía ninguna duda de que lo más importante era cantar bien, mientras que Emilio Sagi, director de escena, y su ayudante parecían poner más el acento en lo segundo. Son discrepancias habituales en el mundo de la ópera, pero en este caso, según testigos de los hechos, la tensión se adueñó de alguno de los ensayos. Y Aizpiri, de 46 años, tuvo un infarto. "Nabucco", finalmente, fue uno de los grandes éxitos del Coro de la Ópera, que hizo dos bises del famoso "Va, pensiero" de la pieza de Verdi en dos de las funciones. Culminaba así una tarea iniciada hace una década que no fue fácil, pero que se logró a base de mucho trabajo y exigencia artística.

"La Ópera de Oviedo tiene suerte de poder contar con un coro amateur de altura. Sus componentes dedican muchísimas horas a trabajar y el nivel que se ha conseguido es muy alto, comparable con coros profesionales de España y de fuera", subraya Aizpiri.

El que fuera su director cree que el resultado es tarea de todos y, además de los 55 integrantes de la formación, cita a Lola Arenas, maestra del coro, que les prepara vocalmente.

Su plan ahora es continuar con la música. Nacido en San Sebastián, en cuyo conservatorio se formó, Aizpiri es pianista y domina la música de cámara. Durante diez años fue subdirector del "Orfeón Donostiarra". "Estoy tranquilo, tengo dos manos que funcionan bien y puedo vivir de mi profesión, que me encanta. El trabajo de pianista es mucho estudio y trabajo, y continuaré buscándome la vida. Me da pena por el coro, pero estoy seguro de que seguirá funcionando", señala.

Creado en 1989, bajo la dirección de Fernando Menéndez Viejo, el coro debutó en la Temporada de Ópera de Oviedo en 1990. En los años 2004 y 2005 se produjo una profunda renovación en las voces, no exenta de polémica, pero la dirección de Patxi Aizpiri, unida al trabajo y la calidad de sus integrantes, acalló las críticas.

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