Varios miles de personas se han sumado hoy en Madrid a la Marcha Mundial por el Clima para denunciar que se acaba el tiempo para frenar el "gravísimo problema" del cambio climático y para exigir a los gobernantes un compromiso "justo, vinculante y ambicioso" para cuidar el planeta.

Un total de 15.000 personas, según los organizadores, han marchado entre Cibeles y la Puerta del Sol para pedir medidas urgentes contra el cambio climático y que se acelere la transición hacia un modelo energético totalmente renovable.

La Marcha Mundial por el Clima está recorriendo hoy ciudades de todo el mundo, desde Sídney a Río de Janeiro -aunque la de París tuvo que suspenderse por la amenaza terrorista-, con motivo de la celebración, a partir de mañana, de la Cumbre del Clima de la ONU en París (COP21), que debe alcanzar un acuerdo para frenar la emisión de gases invernadero.

"El destino del planeta está en marcha", "Madrid sí que marcha y en París nos van a oír", "dejadnos respirar", "seamos planetarios", "cambia de vida, no de clima" o "siente la tierra que estás pisando" han sido algunas de las proclamas que han protagonizado este mediodía la manifestación en Madrid.

La Alianza por el Clima, un conjunto de 400 organizaciones de distinta naturaleza (ecologistas, sociales, sindicalistas, religiosas y también solidarias), es su organizadora.

"La ciudadanía está cansada de que llevemos 30 años de inacción", ha explicado a EFE la portavoz de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, Cote Romero, quien ha destacado que los individuos empiezan a exigir "acuerdos ambiciosos" para frenar el "gravísimo problema" del cambio climático.

"Es ahora o nunca, cada año que retrasemos el cambio climático será más costoso económicamente y en cuestión del sufrimiento de las personas que lo están padeciendo", ha añadido.

Según el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, la Marcha de Madrid es un "buen ejemplo" de que la sociedad española está despierta frente al cambio climático.

"El tiempo se acaba, pero se puede solucionar. Somos optimistas, pero tenemos que ir rápido porque el tiempo corre en contra de esa solución", ha apuntado Rodríguez.

Uno de los mensajes más defendidos en Madrid ha sido que el cambio climático tiene un impacto directo en el ser humano, especialmente en la población más pobre y vulnerable, por lo que es acuciante tomar medidas justas.

"Tiene un efecto global, afecta a todo el mundo, pero más a los más vulnerables. (...) Sufren de una manera más grave sus consecuencias y son los menos responsables porque son los que menos gases de efecto invernadero han generado y los que tienen menos recursos para afrontar los cambios que supone el cambio climático", ha aseverado el portavoz de Manos Unidas, Marco Gordillo.

El impacto del cambio climático en los más débiles es una de las razones por las que se ha sumado a la reivindicación por el clima un movimiento católico.

Gabriel López Santamaría, del Movimiento Católico Mundial por el Clima, ha indicado que hay una corriente en la Iglesia Católica que ha pasado de la discusión a la acción contra el cambio climático y a favor del planeta porque es un "momento culminante" en el que tomar medidas para evitar llegar a un "final en el que ya no se podrá hacer nada para revertirlo".

"Ya basta de fracasos, ya basta de mentiras, es hora de que el cambio climático esté realmente presente en la agenda internacional. (...) Cada vez hay más conciencia de la destrucción del planeta", ha expresado Juan López de Uralde, de Equo.

Una vez que la marcha ha desembocado en la Puerta del Sol, la directora de cine Icíar Bollaín ha sido la encargada de leer un manifiesto por el clima en el que ha incidido en las consecuencias fatales del cambio climático y la necesidad de hacerle frente con ambición y urgencia.

La Marcha por el Clima de Madrid ha tenido un carácter reivindicativo y festivo: además del recorrido entre Cibeles y la Puerta del Sol, el kilómetro cero se ha convertido en un escenario en el que se ha podido bailar "swing" por el planeta.