La soprano zaragozana Ruht Iniesta se alzó el pasado sábado con uno de los Premios Líricos Teatro Campoamor, el correspondiente a la categoría de cantante revelación, por su papel de Marta en la ópera "La luna de miel en El Cairo", de Francisco Alonso, que cantó en el teatro de la Zarzuela de Madrid en enero de este año y, asimismo, por su rol en "La ópera de cuatro notas", de Tom Johnson, que se presentó en los Teatros del Canal tres meses después. El jurado destacó su gran futuro en el mundo de la lírica y su habilidad vocal. También recordó su reciente éxito en "El viaje a Reims", de Rossini, en el festival italiano de Pésaro junto al cantante español Francisco Ruiz. Ruth Iniesta mostró ayer, desde Bogotá, su enorme satisfacción por el premio unas horas antes de iniciar la última función de la zarzuela "La del manojo de rosas", de Sorozábal, según una producción del Teatro Campoamor de Oviedo con dirección de escena del ovetense Emilio Sagi y al lado del barítono castrillonense David Menéndez.

-¿Esperaba el premio?

-Mi agente me había dicho que estaba nominada, pero la verdad es que no me había hecho ilusiones. Había muchos en la lista. Mejor no ilusionarse porque así si no te premian no te da el bajón. De todos modos estaba pendiente. La diferencia horaria entre España y Colombia complicaba las cosas. Si me premiaban se iban a enterar todos antes que yo. Mi marido estaba pendiente, casi sin dormir, para informarme.

-¿Y qué ocurrió?

-Pues que cuando me desperté tenía ya muchos mensajes de felicitación. Hablé con mi familia y me sentí muy feliz. Es un premio muy importante. Ya lo celebraremos, ahora vamos a hacer aquí, en Bogotá, la última función de "La del manojo de rosas", de Sorozábal, con Emilio Sagi como director de escena y cantando conmigo David Menéndez. Es una producción del Teatro Campoamor. Emilio ya se ha ido de Bogotá a Bilbao para ensayar otra obra. Hago el papel de Clarita, de una soprano cómica. Realmente es un rol de una pizpireta, algo petarda, que quiere ser mucho más y que ata firme a su novio.

-¿Y los papeles por los que la han premiado?

-El premio es por "Luna de miel en El Cairo" que también hice con Sagi en el teatro de la Zarzuela y asimismo con David Menéndez. Mi papel ahí es serio, de los pocos serios que hago normalmente. No se por qué me suelen tocar papeles cómicos. Siempre digo que también sé hacer otras cosas. La música es muy bonita y la escena Emilio la puso en un ensayo en un teatro, muy interesante. La hice con Mariola Cantarero y María José Suárez. Hago de una chica enamorada de un compositor que se presenta a un papel para estar cerca de él.

-¿Cómo es su rol en "La ópera de cuatro notas" por el que también la han premiado?

-Es una obra que está siempre sólo sobre cuatro notas: re, mi, la, si. Todo el tiempo, incluido el mi natural sobreagudo. Es muy dura. Es de los años setenta con un tenor tonto y tópicos así, pero se ha reactualizado y los cantantes nos reímos de nosotros mismos.

-¿Qué va a hacer después de cantar en Colombia?

-Voy a cantar en Madrid, en la Fundación Juan March "Tonadillas", de Juan de Laserna. Con Aarón Zapico, que también es asturiano. No le conozco personalmente, en dos semanas empezaremos a ensayar. Y el 2 de enero participo en una gala de zarzuela en el Auditorio Nacional, en Madrid, con Carlos Moreno, Quique Bustos y otros compañeros. Y con la Orquesta de Murcia y el Coro "Carlos III". Tiene carácter benéfico.

-¿Cómo es su voz?

-Soy soprano lírico-ligera con un buen centro y facilidad para el sobreagudo. Mi voz es amplia. Cumplí 30 años en septiembre, a las pocas semanas de haberme casado. Mi marido me apoya muchísimo, acabaré contratándolo como agente personal.

-Volviendo al premio...

-Es importantísimo. En la gran gala de entrega de los galardones, en marzo, estará todo el mundo, una excelente ocasión profesional. Ahí, en el Campoamor, se reúne todo el mundo de la lírica. Puede ser un empujón tremendo a la hora de trabajar. A partir de algo así te llaman más a medio plazo, que es lo interesante. El premio es un garantía de que te conozca mucha más gente. Es muy importante, está muy prestigiado.