El tenor barcelonés José Bros regresa a Oviedo una vez más para cantar, en esta ocasión, el papel de Marcello en "El duque de Alba", de Donizetti y Salvi, una ópera apenas representada. Debutará el papel el día 13 en el teatro Campoamor. La producción es de Flandes.
-¿Qué versión cantarán?
-Tampoco hay tantas. Esta es la italiana, que se presentó en Madrid y Barcelona a finales del XIX. La cantó Julián Gayarre. La terminó una de la personas que tuvo más cerca Donizetti, su alumno Salvi. Y no solo de acuerdo a lo que aprendió del maestro sino del material que había dejado. No es una obra incompleta. Ópera de Oviedo ha sido muy respetuosa indicando que es de Donizetti y de Salvi. Por ejemplo el aria "Angelo casto e bel", de Marcello, que canto en el cuarto acto, es de Salvi. Y en la introducción del aria se oye el tema que en el primer acto cantó el tenor con el barítono, con el Duque. Hay un leitmotiv. En mi repertorio, es la ópera número 14 de Donizetti que canto. Espero el "Poliuto" que será la 15. Vamos que tengo ya cierta idea del compositor. Me parece siempre muy transparente y claro en lo que quiere en cada momento. "El duque de Alba" es una obra muy clara, como siempre ocurre con Donizetti. Siempre me ha ido muy bien con él y siempre he aprendido mucho. Nunca he sido un cantante relajado y cómodo; siempre me gusta mejorar, incluso arriesgar y mojarme.
-¿Cómo es?
-Hay concertantes en esta obra que recuerdan a "Maria Stuarda". Me siento en línea muy directa con Donizetti que me ha acompañado mucho. Cuando empieza el segundo acto, el dúo con Amelia, de gran belleza, es belcantismo puro. El inicio es con una viola sola. Hace todos los arpegios. Y cuando se repone el tema entra el arpa. Hay un soporte armónico muy importante pero prima la línea melódica y ahí está la virtud del intérprete, en estar atento a esas dinámicas.
-El papel de Marcello que encarna no es histórico.
-Exacto. El único rol histórico es el del Duque de Alba, y el padre de Amelia, el conde Egmont al que se hace referencia. Ahí es donde radica la trama. El conflicto es un triángulo entre el duque, su hijo y Amelia aunque también aparecen los problemas bélicos.
-En Flandes tienen muy presente aún al duque de Alba.
-Me lo corroboró hace poco un amigo que aún dicen "que viene el duque de Alba" como si fuese el coco. Se refieren a éste, al tercer duque, don Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel.
-¿Un montaje objetivo?
-La obra no hace mucho hincapié en el conflicto histórico que allí se vivió. Este año también debuté "Don Carlo". Mientras don Carlos está en la Corte con su padre Felipe II el duque de Alba está en Flandes a sus órdenes.
-¿Cómo lleva esos conflictos?
-El personaje de Marcello está más enfocado al amor hacia Amelia y al conflicto con su padre.
-La escena impone.
-Sí, impone, con dos elementos que cambian de posición. Un espectáculo sobrio y sólido. Con una iluminación muy buena y proyecciones fuertes.
-¿Es importante debutar el papel?
-Es importantísimo. Este año, tres debut. En "Eugenio Oneguin", de Chaikovski; "Don Carlo" y ahora Donizetti. No pasa año en que no incorpore a mi repertorio al menos dos obras, con o sin compromiso de debut. No es por batir récord. Una obra que cantas muchas veces mejoras pasajes. Un cambia como persona y cambia la voz.
-Sin compromiso de debut, dice.
-En enero me pongo con el "Poliuto" y no lo voy a cantar el año que viene. Y terminaré de preparar "Un ballo in maschera". Tampoco la voy a debutar pero formarán parte de mi periodo de estudio.
-Con un pianista.
-Tengo mi maestro repetidor en Barcelona, Marco Evangelisti, que habitualmente me acompaña en los recitales. Tengo 65 óperas en repertorio. Cuenta la inquietud y dan agilidad y la memoria.
-¿Es una forma de adelantar trabajo?
-La preparación es la misma. Bueno, si me llaman para "Lucia" llevo 23 años cantándola mientras que este papel de Marcello es la primera vez. El trabajo es el mismo, hay que implicarse en los antecedentes, en la historia, en la trama y en el texto, que es muy importante. Y claro, la música que llega al final de todo.
-¿En los roles que lleva mucho tiempo cantando sigue su criterio o el del maestro?
-Sigo lo que está escrito. Y el maestro tiene la misma partitura así que no caben las dudas. Cabe matizar tempos o dinámicas. Soy muy honesto y fiel a los compositores.
