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ÁNGEL L. LUJÁN ATIENZA | Profesor de Literatura de la Universidad de Castilla-La Mancha

"El que lee a Ángel González siente que le está hablando un amigo sobre lo que le pasa"

"Creo que los buenos lectores de novela y ensayo no se atreven con la poesía porque les da cierto respeto"

Ángel Luis Luján Atienza. LUISMA MURIAS

Tal vez el secreto de la pervivencia y el gozo que produce la poesía de Ángel González (Oviedo, 1925-Madrid, 2008) esté, como decía Emilio Alarcos, en "lo auténtico de su construcción poética". Es una obra bien hecha que perdura y que hace que las nuevas generaciones de profesores universitarios de Literatura sigan interesados en ella y profundicen en su estudio. Ángel Luis Luján Atienza, profesor de Didáctica de la Literatura de la Universidad de Castilla-La Mancha y poeta, aunque no publica desde 2005, es uno de ellos. Buen conocedor de la poesía del Siglo de Oro, pero más interesado hoy en la contemporánea, participa en las jornadas sobre "Ángel González y su generación poética", que organiza la Cátedra de Oviedo que lleva el nombre del autor de "Palabra sobre palabra".

-¿Por qué le interesa Ángel González?

-Entre los poetas de su generación es el que marca ese paso de la poesía puramente social que venía de Celaya y de Otero, a los que admiraba, hacia un tipo de poesía que, sin dejar de ser comprometida y de hablar sobre los temas sociales candentes, sin embargo deriva hacia una reflexión más consciente sobre el lenguaje, sobre el hecho de escribir. Es el que más fiel se mantiene al espíritu de la poesía comprometida sin olvidar que la poesía se hace con lenguaje.

-¿Por qué cree que su poesía sigue conectando con la gente?

-Él y Jaime Gil de Biedma quizás sean los dos poetas de su generación que más conectan con la gente. En el caso de Ángel González creo que es no sólo por la forma de su poesía, que tiende a ser sencilla, con toques humorísticos, sino porque todos los temas que trata son universales y sencillos, y lo hace incluso dentro del simbolismo o la ironía, de una manera que rezuma mucha ternura, incluso en los temas más tremendos. "Áspero mundo" es un libro de fondo duro pero, sin embargo, no lo hace de manera trágica sino suavizando un poco todo ese mundo de la soledad y del hastío. El que le lee siente que le está hablando un amigo sobre lo que le pasa.

-¿Recuerda cuando lo leyó por primera vez?

-Fue en un libro de texto, pero no recuerdo si en los últimos cursos de EGB, cuando todavía se leía poesía, o ya en el instituto.

-Hoy (por ayer) se hace un homenaje en Oviedo a Carlos Bousoño, amigo de la infancia de Ángel González. ¿Le interesa su figura?

-Le he leído menos como poeta y más como teórico, pero últimamente, como era consciente de que ahí tengo una laguna, le he repasado y me ha interesado mucho. El teórico, en mi caso, se había comido al poeta.

-¿Es un buen momento para la poesía española?

-El problema de la poesía es que no tiene lectores más allá de los poetas y sus círculos, pero es un buen momento para la creación. Hay un montón de editoriales pequeñas que están apostando por la poesía y hay relevo, se ve que van surgiendo voces nuevas.

-¿Por qué cree que se lee poca poesía?

-A la gente le da miedo. Conozco buenos lectores que leen novela y ensayo pero, sin embargo, no se atreven con la poesía porque les da cierto respeto. Quizá los poetas y los críticos tenemos un poco de culpa porque a veces nos tomamos la poesía demasiado en serio, en el sentido de que la convertimos en algo que está fuera de la vida normal, que es algo especial que exige saber un determinado lenguaje, y eso la aleja del público lector que lee otros géneros.

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