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Un camino entre pucheros

Una tortilla con mayúsculas

Araceli Álvarez, cocinera del restaurante Rego, en Valdepares, El Franco, es una especialista en este plato y también en las cebollas rellenas y el pollo al ajillo

Los amantes del mar, durante todos los meses del año y aún más si se trata de nuestro Cantábrico, tienen esta semana la posibilidad de pasear por algunos de los rincones más bellos de un concejo nunca suficientemente disfrutado: El Franco, en el occidente de Asturias. Si bien es cierto que ahora hay que ir bien abrigadinos, lo cual no es problema si de lo que se trata es de disfrutar de una jornada de ocio por Asturias, una tierra que tiene mucho que ofrecer en cada estación y sobremanera en los meses de frío, cuando se multiplican las fiestas gastronómicas.

El Franco posee algunas joyas paisajísticas que lindan con el mar, pero su interior merece mucho la pena. Perderse por una de esas carreteras es, en ocasiones, una aventura que necesariamente empezará bien si para comer se detiene el paso ante un bar de los de toda la vida. El caso que nos ocupa se encuentra en la N-634 y concretamente a la altura de Valdepares. Allí están una madre y una hija que desde el mes de abril de 2014 se han puesto al frente del restaurante Rego, un local histórico del concejo.

Así lo explican María Jesús Sánchez Álvarez, que desde muy joven se inició en el mundo de la hostelería, tras la barra y en el servicio de comedor, y su madre, Araceli Álvarez Iglesias, que es quien manda en los fogones. Esta última, nacida en Coaña, vivió la emigración junto a sus padres tras partir con 6 años hacia Argentina, de donde regresó habiendo cumplido los 17. Después de trabajar casi veinte años como cocinera, ha vuelto al oficio que siempre le gustó, junto a su hija, y ofrece en este local algunas de las preparaciones que mejor sabe hacer, y donde las tortillas, en numerosas formas, son sus platos estrella.

El restaurante Rego es un bar sencillo, de los de siempre, algo que se hace palpable nada más penetrar en el chigre, donde, al tiempo, se perciben su limpieza y el orden de cada cosa, como las botellas de licor perfectamente alineadas en las estanterías. Durante la semana ofrece un menú a 8 euros, con dos primeros, dos segundos y postres a elegir, mientras que los sábados y los domingos el precio sube a 12 euros por ser un poco más especial. Cuenta con un pequeño y acogedor comedor para unas dieciséis personas y uno más amplio y luminoso para otras cincuenta.

Uno de sus platos más demandados es la tortilla Rego, con pisto, que por su tamaño es sin duda para compartir. Otras de las tortillas que tienen también mucha demanda son la de chorizo, la de jamón, la de merluza y la de gulas al ajillo, entre otras. Las cebollas rellenas de bonito, el cachopo Rego y otro cachopo con champiñones al ajillo, así como el pollo al ajillo, el jamón asado o la merluza en salsa verde son también elaboraciones demandadas por quienes conocen la cocina de Araceli, a quien en el capítulo de dulces lo que más le gusta preparar es la tortilla al ron. Eso sí, por encargo. Cuenta también con una amplia carta de tapas variadas.

En la N-634 el bar Rego cuenta con aparcamiento. Cierra los martes por descanso. Para reservar, su número de contacto es el 985637334. Por cierto, cuenta con un curioso "enfriadero para la sidra" en su interior.

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