"... Pero no quiero que te vayas...", la frase que pronuncia Penny tras cerrar su puerta y desearle suerte a Leonard en su aventura polar. Así casi finalizaba un capítulo. ¡Lo reconozco, me encantan los personajes de Kaley y Johnny! Una serie televisiva que empecé a ver por casualidad y de la que había oído hablar muchas cosas: "The Big Bang Theory".

Todos sus personajes y situaciones podrían ocurrir en nuestra vida cotidiana, con la salvedad de que nos encontramos con un grupo de chicos superdotados.

La timidez y generosidad de Raj, la magnética atracción que quiere demostrar Howard hacia las mujeres, el ingenioso encanto escondido en una cabeza bien amueblada de Amy, la siempre vigilante y custodia Bernadette y el hierático y por encima de todo y todos Sheldon han hecho de esta ficción una de las más carismáticas de los últimos años.

Pero, como dije, me quedo con la relación, tan de montaña rusa, de Leonard y Penny. Momentos dulces, como el arriba indicado, de amistad, de enfado, perplejidad ante mil situaciones y de ese amor siempre ahí. ¡Me apasiona esa relación!

Es una ficción, pero se vive con el sufrimiento o la alegría de algo real. Penny y Leonard me recuerdan aquel tira y afloja que acontecía en la serie "Aida" entre Paz y Luisma, que finalmente acabó muy bien.

Y esas palabras que susurró Penny, tras dejar a Leonard marchar, se convirtieron en otra muestra de sentimiento encontrado y sincero amor hacia alguien especial.

Yo me iré, pero tú viajarás dentro de mi corazón.