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El Campoamor como protagonista

Una rareza como la ópera "El duque de Alba", de Donizetti y Salvi, resuelta con éxito, refuerza la temporada de Oviedo y convierte al teatro en referencia nacional

El Campoamor como protagonista

La tertulia se celebró en la tarde de ayer en Oviedo, en el Auditorio Príncipe Felipe.

JOSÉ LUIS PRADO. Es interesante poner este título que se ve tan poco. En televisión española ofrecieron tres minutos en el telediario. Eso es bueno para Oviedo. Me han comentado que ha venido gente de Madrid a la primera función.

MARÍA SANHUESA. Y a la cuarta, vendrán aficionados de Bilbao según me han dicho. Una ópera inacabada que completa otro compositor. Es un planteamiento interesante.

RAMÓN RODRÍGUEZ. Que aprovecha elementos y cosas que había dejado esbozadas Donizetti.

MARÍA SANHUESA. Así es. Hay otra versión con música de Battistelli. Yo escuché la grabación en francés. Me ha gustado en italiano, lo que acabamos de ver en el Campoamor.

JOSÉ LUIS PRADO. Salvi recoge el espíritu de Donizetti y lo continua.

CARLOS NAVARRO. Y Verdi recicló elementos que Donizetti había preparado para esta ópera.

MARÍA SANHUESA. Sí, para "Las vísperas sicilianas". Por cierto el pateo supongo que sería por lo mal que trata a España en la obra.

JOSÉ LUIS PRADO. Son cosas sabidas.

CARLOS NAVARRO. En Bélgica aún se asusta a los niños diciendo "que viene el duque de Alba". A mi me gusta sobre todo la ópera del siglo XX. Y esta, la verdad, es avanzada aunque no esté en esas coordenadas.

JOSÉ LUIS PRADO. Todos los cantantes estuvieron a gran altura, los principales solistas estuvieron estupendamente.

RAMÓN RODRÍGUEZ. Fue una representación muy uniforme.

MARÍA SANHUESA. Creo que el público aplaudió poco. Todos estuvieron bien. Destacaría a Òdena porque su papel de duque es muy difícil.

RAMÓN RODRÍGUEZ. Ahí quizá hubo algo de castigo.

JOSÉ LUIS PRADO. Esas actitudes cambian en la segunda función, con un público más activo. Disfruté especialmente porque había ido al ensayo y a la conferencia de Carlos Wagner que se explicó muy bien. Por ejemplo, la voladura de la imagen de la Virgen se relaciona con lo que hace ahora el Estado Islámico.

CARLOS NAVARRO. Bueno, soy realizador audiovisual y aun desde ese punto de vista creo que la proyección inicial, con esa voladura, sobraba.

RAMÓN RODRÍGUEZ. No entiendo por qué ahora se utiliza la estética fascista en tantos espectáculos. Ni entiendo las complicaciones. Aquella "Norma" semi escenificada de hace unos años fue magnífica.

CARLOS NAVARRO. "El duque de Alba" que acabamos de ver es casi minimalista.

MARÍA SANHUESA. Tiene pocos elementos pero no se puede decir que sea minimalista.

JOSÉ LUIS PRADO. Pocos elementos y en todo caso unos técnicos magníficos. La gente de fuera viene ver la Catedral y cada vez más pregunta por el Campoamor. Es un teatro con creciente prestigio y a eso ayudan los técnicos, todos los artistas dicen que con ellos se trabaja muy bien.

CARLOS NAVARRO. Y ya puestos a destacar también hay que citar a la directiva de la temporada que ha logrado modernizar la programación y el gusto del público.

JOSÉ LUIS PRADO. Hay ejemplos muy claros de lo que dices como "La vuelta de tuerca" de Britten y otros títulos.

CARLOS NAVARRO. La escena que vimos tiene mucho de cinematográfica con dos niveles como en "La regla del juego" de Renoir.

JOSÉ LUIS PRADO. Dos niveles pero los directores deberían tener en cuenta cómo son los teatros y los asientos. Desde arriba, en el Campoamor, se veían muy mal varias zonas de la escena. Por cierto ¿y el coro? ¿cambió sin Aizpiri?

MARÍA SANHUESA. Estuvo correcto.

JOSÉ LUIS PRADO. Con Aizpiri era excelente.

RAMÓN RODRÍGUEZ. En este título su participación es endiablada.

MARÍA SANHUESA. Este año entre "Nabucco" y "El duque de Alba" van servidos.

CARLOS NAVARRO. La iluminación fue muy interesante con solo cuatro focos. Con tan pocos elementos hicieron muy bien, por ejemplo, la huida.

RAMÓN RODRÍGUEZ. Estuvo mal el aspecto, la presentación del duque de Alba.

MARÍA SANHUESA. Pues no me disgustó con los tatuajes con simbolismos

CARLOS NAVARRO. El director es latinoamericano. Da a entender así que guerra y religión van siempre unidas.

JOSÉ LUIS PRADO. Insiste mucho en los tópicos de España. Estuvo bien la escena final, todos sin cabeza.

CARLOS NAVARRO. Recordaba a Magritte.

MARÍA SANHUESA. Es impactante.

RAMÓN RODRÍGUEZ. Impactante pero con cosas raras.

MARÍA SANHUESA. Cierto, por ejemplo el niño que representaba al duque de Medinacelli parecía indú.

RAMÓN RODRÍGUEZ. En Bélgica aún funcionan mil tópicos sobre España.

CARLOS NAVARRO. Los movimientos de los cantantes estaban muy bien pensados por el director de escena pero no muy bien ejecutados.

MARÍA SANHUESA. Los cantantes cada vez están más implicados en la escena. Òdena que otras veces lo vimos más parado en esta ocasión estuvo muy activo. Muy bien Bros y la soprano. Y el maestro con la OFIL.

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