Clásicos y divertidos como al principio. Hace treinta años. Eso es lo que viene mostrando la banda de Pablo Carbonell y compañía en su gira de aniversario, que ayer hizo su primera parada en Asturias, en la sala Tribeca de Oviedo (hoy la cita es en la sala Acapulco de Gijón). Y, aunque no con mucha gente, "Los Toreros Muertos" siempre tienen ese punto de gracia que se acompasa muy bien con toda su retahíla de éxitos, los que se incluyen en el disco que con motivo del aniversario grabaron en el Gran Teatro Falla de Cádiz. Fue un regreso a la movida de los ochenta, aunque en la peculiar variante "Toreros Muertos".
