El mundo del cine, que lleva años clamando por un nuevo modelo de financiación, tiene ya fecha para su entrada en vigor: el próximo 1 de enero, con el Año Nuevo, llegarán al fin las nuevas normas. Las películas podrán ser subvencionadas antes del estreno. Hasta ahora, las ayudas públicas servían como un aval para conseguir financiación bancaria. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció ayer la novedad.

La publicación en el BOE de las dos órdenes firmadas por el Ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, el pasado 18 de diciembre supone la culminación del cambio de modelo.

Permitirá la financiación progresiva de las producciones cinematográficas durante el proceso productivo, y no transcurridos dos años desde el estreno de las películas, como venía sucediendo. Asimismo, regulará el reconocimiento del coste de una película y la inversión. Permitirá, en principio, controlar mejor el gasto al reconocer la necesidad de "dotar de mayor transparencia la acreditación del coste", en un intento de que no se reproduzcan los fraudes detectados en algunas declaraciones de ingresos por taquilla del pasado. En cualquier caso, la ley establece un periodo transitorio, hasta 2018, en el que el nuevo modelo convivirá con las antiguas ayudas.

El presidente de los productores audiovisuales españoles, Ramón Colóm, se ha felicitado de que la orden incluya algunas de las alegaciones presentadas por ellos, como la reducción de 700.000 a 400.000 euros del presupuesto mínimo de acceso para el caso de los documentales, o que se haya eliminado el presupuesto diferenciado para producciones con versión original en lenguas cooficiales.

En líneas generales, el nuevo modelo distingue dos tipos de ayudas: las generales y las selectivas. Las generales están pensadas para producciones ambiciosas, con un coste mínimo de 1,3 millones de euros y 700.000 si es en lengua cooficial. Para acceder a ellas debe acreditarse una financiación de al menos el 40 por ciento mediante contratos anticipados con televisiones y distribuidores, entre otros.

El 50 por ciento de los gastos presupuestados debe hacerse en España, y al menos un 15 por ciento, con un límite de 800.000 euros, debe destinarse a copias y publicidad. Se requiere un estreno simultáneo como mínimo en 40 salas.

En cuanto a las ayudas selectivas, están pensadas para proyectos con especial valor cultural. La orden obliga a reservar al menos un 15 por ciento de la dotación anual del fondo de ayudas para este tipo de subvenciones. La cuantía de la subvención puede alcanzar un máximo de 500.000 euros, siempre que no supere el 40 por ciento del coste del proyecto. Los requisitos que se piden son un coste máximo de 1,6 millones de euros y un 10 por ciento del presupuesto garantizado mediante contratos con televisiones o distribuidoras. También, que al menos un 50 por ciento de los gastos se realicen en España o en equipos españoles.