Con la interpretación del primer tiempo de un dúo de violines de Ignaz Pleyel, compositor austriaco contemporáneo de Beethoven, agradeció ayer el violinista ovetense Aitor Hevia la entrega del título de "Asturiano del mes" de mayo de LA NUEVA ESPAÑA. Le acompañó su hermano David en la espléndida demostración. El periódico vivió en la tarde noche de ayer un momento especialmente brillante por el calor de la sencilla ceremonia de entrega del premio y por la belleza de la intervención musical de los Hevia. El galardonado dio las gracias diciendo: "La honra del premio la comparto con el Cuarteto Quiroga y mi familia".

Aitor Hevia, líder del Cuarteto Quiroga y profesor del Conservatorio de Zaragoza, es uno de los más destacados violinistas españoles. Ofreció el pasado mes de mayo unas clases magistrales en Oviedo, en el Conservatorio Superior de Asturias, que dieron pie a premiarle no sólo por ese trance, sino por su densa y exitosa trayectoria profesional, tanto artística como pedagógica. El Cuarteto Quiroga, que fundó Hevia, es desde el año pasado conjunto residente, responsable de la colección de Stradivarius del Palacio Real, que tocan regularmente en sesiones privadas y públicas.

Acudió a la cita con su padre, José Ramón Hevia, que fue profesor en el Conservatorio de Oviedo; su madre, Maite Sesma; su hermano David Hevia, profesor del Conservatorio; la novia de éste, Micaela Neagu, y Mateo Luces, profesor en el Conservatorio del Nalón.

La sesión tuvo mucho de repaso de la actualidad musical asturiana y española. También internacional, ya que Aitor Hevia regresó hace poco de una gira por EE UU. Como padre y profesor, José Ramón Hevia dirigió en buena medida la dinámica del grupo familiar. Mostró el malestar que existe en la profesión, ya que a los profesores del Conservatorio apenas se les permite dar conciertos, cercenando de esa manera buena parte de su proyección artística.

Aitor Hevia se formó en Oviedo -primero con su padre y después con el maestro ucraniano Yuri Nasushkin- y Londres. Recordó, entre otras, la grabación exitosa de "Las cuatro estaciones" de Vivaldi que realizó como solista en el Auditorio de Granada, con la dirección del también asturiano Aarón Zapico. Y comentó que hasta cumplir 23 años nunca había viajado ni un solo día sin la compañía de su violín.

Ángeles Rivero, directora de LA NUEVA ESPAÑA, ya en el apartado formal de la entrega del premio, explicó el sentido que tenía. El periódico quiere destacar los méritos de los asturianos, de nación o adopción, más sobresalientes. Unos galardones para una trayectoria con un momento puntual muy indicativo, que es el relativo al mes del premio y las clases magistrales antes indicadas. Entregó al violinista una primera página del periódico en la que se da noticia de los méritos del premiado.

A continuación, Eduardo Suárez, gerente de la publicación, le dio una caricatura de Pablo García en la que Hevia aparece, cómo no, tocando el violín. Tuvo mucho éxito. Después José Luis Rodríguez Artime, director general de Editorial Prensa Ibérica, grupo al que pertenece LA NUEVA ESPAÑA, le entregó una estela de Legazpi que simboliza y acredita el premio de "Asturiano del mes". E indicó que los asturianos somos mucho mejores de lo que creemos.