En "BlackStar", el disco de la estrella negra, Bowie aportaba una nueva pincelada de su estilo ahora, como siempre hizo según la época. Estamos en el siglo XXI y tocaba dar cierto barniz experimental; o mejor hacer un serial de canciones a la manera de Bowie con los cambios que Bowie quiso dar. En todos los discos de su carrera, la primera impresión siempre fue sorprendente. "Blacks Star" salía días atrás cuando, cumplía 69 años, una entrega más de esta leyenda del rock que estuvo en todo movimiento de vanguardia y creando, de entrada, obras tan magníficas como "Space Oddity", que nacía cerrando la década de los sesenta y fue la presentación firme (tenía un disco anterior) de un genio que iba para largo.

En los setenta su producción fue tan abundante como genial con "The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars", "The Man who Sold the Word, "Hunky Dory", "Aladdin Sane", cuya portada ya era un espectáculo, "Pin Ups" o "Diamonds Dogs, "Young Americans", "Low" o el siempre emotivo "Heroes". Inauguró los ochenta con "Scary Monsters" hasta que cambió el registro por ambientes más pop ajustados al momento, pero con su toque personal. Asuntos bailables como "Let´s dance", que por cierto, entró en el repertorio de la gira "Sound and Vision", que aterrizó en Gijón en los noventa con, ni más ni menos que Adrian Belew, en su banda.

Y es que Bowie siempre innovó y siempre se codeó con lo más granado. Alternó y apadrinó en su momento a Lou Reed o Iggy Pop, hizo dúo con "Queen, ("Under Pressure") y rescató con Jagger "Dancing in The Streets", ese tiempo ochentero en el que ambos (que tiene tras de sí historias o leyendas míticas) les dio por bailar alegremente y con un colorido vestuario por las calles, claro. Un gran historia de colaboraciones, que ya antes había cocinado con otro preboste de la escena como Brian Eno. Sin olvidar que por medio de la citada creación de los setenta pasó y participó del efímero (aunque después resurgió) glam rock, que maquilló (dicho ello en sentido literal y positivo) el género. También tuvo su paso por el cine en diversas facetas y personajes? Una larga historia de un talento descomunal que marcó pautas constantemente.

El Duque estuvo fuera de combate un tiempo, largo tiempo, hasta que regresó con "The Next Day" (2013), que, cómo no, aportó sus novedades sonoras, y prosiguió hasta "BlackStar": su última originalidad.