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Satélites para salvar vidas

Luxemburgo ofrece como bien público mundial un kit de comunicaciones - para atender a los afectados por la crisis de los refugiados en Europa

La antena parabólica satelital va dentro de una especie de globo. SES

Luxemburgo, un país de tan sólo 2.500 kilómetros cuadrados, más pequeño que la provincia de Álava y con 543.000 habitantes, se marca en 2016 el reto de ofrecer como bien público mundial un kit para dar respuesta inmediata a la demanda de conexiones telefónicas y a Internet a los afectados por la crisis migratoria que sonroja a Europa, mediante un sistema nómada de telecomunicaciones.

La Organización Internacional para las Migraciones se ha asociado a esta iniciativa que se gestó tras los tremendos problemas de comunicación surgidos entre los voluntarios los días posteriores al terremoto que asoló Haití en 2010 y que quedó implantada en 2012 para garantizar la conectividad en cualquier lugar del mundo.

La solución está en los satélites geoestacionarios situados a 36.000 kilómetros de la Tierra, muy por encima de la Estación Espacial Internacional o del telescopio "Hubble", para ofrecer de manera inmediata a las zonas de desastres o graves conflictos la imprescindible conexión a Internet de alta velocidad y servicios telefónicos de voz desde el inicio de la catástrofe humanitaria. Es el programa emergency.lu.

El infierno de Haití que se llevó a más de 350.000 personas supuso un antes y un después en los programas de ayuda humanitaria, y fue precisamente Luxemburgo, una de las naciones más pequeñas del mundo, la que dio el primer paso para convertirse en líder de la explotación de los servicios espaciales con el fin de salvar vidas. Lo consiguió con la cooperación de HITEC Luxembourg, SES Tech Com y Luxembourg Air Ambulance.

El Gran Ducado de Luxemburgo era ya una potencia mundial de las TIC, las tecnologías de información y comunicación. Aliado en este proyecto con la Sociedad Europea de Satélites (SES) a través de los más de 50 satélites Astra, que difunden 4.400 canales de televisión en definición estándar y 2.100 en alta definición (HD), que mejora la calidad de la imagen transmitida a más de 291 millones de hogares en todo el mundo, de los cuales 154 millones están en Europa. En España, cuyo sistema audiovisual se ha basado principalmente en la tecnología terrestre, el operador de satélites distribuye las señales de los clientes de satélite de Movistar+ (en exclusiva a los clientes de HD) y más de 300 canales en abierto.

"Fue muy penoso ver cómo el expresidente haitiano René Préval trataba sin éxito de usar su teléfono móvil para pedir ayuda internacional", subrayan los responsables de emergency.lu, el programa creado tras aquel demoledor terremoto como un bien público mundial para reinstaurar de forma inmediata los servicios de telecomunicaciones en cualquier parte del planeta.

El sistema nómada de comunicación incluye antenas de satélites inflables de 2,4 metros, fáciles de transportar en los aviones de ayuda humanitaria que se desplazan a los siniestros, para colocarlas junto a terminales de tierra compactos que proporcionan servicios de comunicación de voz e Internet y habilitan una red local para dar una asistencia de emergencia.

La antena parabólica satelital flexible se monta dentro de una especie de globo, cuya estructura total tiene un peso y un volumen hasta un ochenta por ciento inferior a los de las antenas convencionales. El sistema está diseñado para el uso terrestre y es particularmente útil en áreas remotas donde la comunicación constante supone todo un desafío y en las zonas afectadas por desastres naturales en las que toda la infraestructura de telecomunicaciones queda arrasada. El satélite, que actúa como un repetidor, emite en la Banda C del espectro electromagnético y tiene capacidad de transmisión en casi todo el continente americano, Europa, Oriente Medio, África y Asia central. Sus centros de control están en Luxemburgo, China y Estados Unidos.

El equipamiento se desdobla e infla y es capaz de ponerse en marcha en 30 minutos. Puede ser guardado en dos estuches y pesa menos de 45 kg, por lo que es más fácil de transportar que las antenas de satélite tradicionales.

El ingenioso kit de asistencia rápida para reinstaurar las telecomunicaciones se probó con éxito en enero de 2012 en Sudán del Sur para ayudar a registrar a los retornados cristianos a un país que acababa de lograr la independencia de sus vecinos musulmanes del Norte. En diciembre de ese mismo año, el kit de despliegue rápido fue empleado en plena crisis migratoria entre Colombia y Venezuela a petición de ACNUR. El sistema online permanece en el Estado venezolano de Apure, cerca de la frontera con Colombia, para facilitar el trabajo de los asistentes que ayudan a los desplazados por la guerrilla y el narcotráfico que aún tratan de abandonar el país del realismo mágico para instalarse en la nación bolivariana.

La comunidad internacional que ayuda en Malí a miles de personas que no tienen nada que llevarse a la boca también se beneficia de este programa luxemburgués al que ya se han sumado otros socios como el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, líder global del Clúster de Telecomunicaciones de Emergencias, la Unión Internacional de Telecomunicaciones, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, la Unión Europea y ahora la Organización Internacional para las Migraciones.

La conectividad también ha ayudado a derrotar la terrible epidemia del ébola en Liberia, Sierra Leona y Guinea al garantizar la comunicación fiable e instantánea de médicos, enfermeras, psicólogos e investigadores y ha sido vital tras el tifón "Haiyán" de Filipinas, ocurrido en 2013, y en el terremoto que el año pasado sacudió la zona más pobre de Nepal que acabó con la vida de ocho españoles.

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