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La OSPA mide la hondura irónica de "Pierrot Lunaire" en el Museo de Bellas Artes

La profesora María Sanhuesa introducirá la ejecución de la obra de Schönberg

El maestro Milanov, a la derecha, con los músicos de la OSPA, ayer, en el ensayo de "Pierrot Lunaire".

La OSPA ofrecerá el próximo jueves, en el Museo de Bellas Artes de Asturias, la obra "Pierrot Lunaire, de Arnold Schönberg, según un programa extraordinario dirigido por el maestro Rossen Milanov. El concierto se celebrará a las ocho de la noche con entrada libre hasta completar aforo. Ironía y hondura pesimista en una música exquisita.

La OSPA formará con Fernando Zorita, violín; María Moros, viola; Maximialian Von Pfeil, violonchelo; Peter Pearse, flauta y flautín; Andreas Weisgerber, clarinete; Antonio Serrano, clarinete bajo y Patxi Aizpiri, piano. Contará también con la participación de la soprano Anna Davidson. La profesora de musicóloga de la Universidad de Oviedo María Sanhuesa Fonseca ofrecerá una conferencia introductoria titulada "Pierrot Lunaire, la actriz y el pintor de sonidos" a partir de las siete de la tarde en el propio museo.

"Pierrot Lunaire" es un ciclo de veintiún melodramas con voz y acompañamiento de conjunto instrumental, compuesto en 1912 por Arnold Schönberg. La obra es atonal, pero no dodecafónica, dado que el compositor comenzó a experimentar con las nuevas ideas en un tramo posterior de su carrera.

Anton Webern, tan próximo a Schönberg, dejó escrito que en el estreno la audiencia silbó y se río, pero que al final fue un éxito sin ninguna duda. También se criticaron los textos por blasfemos, a lo que Schönberg contestó que "si fueran musicales, a nadie le hubieran importado las palabras. En lugar de eso, se hubieran ido silbando las melodías".

"Pierrot Lunaire", inspirado en el ambiente sarcástico y complejo del cabaret vienés, está formada por tres grupos de siete poemas: en el primer bloque, Pierrot canta al amor, el sexo y las ideas religiosas; en el segundo, la pieza discurre sobre la violencia, el crimen y la blasfemia; y en el tercero trata del regreso a casa en Bérgamo. La instrumentación de cada canción es tan variada que dos números sucesivos poseen distintos colores tonales.

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