El Ayuntamiento de Madrid endurecerá las restricciones al tráfico en episodios de alta contaminación con el nuevo protocolo que entra en vigor el 1 de febrero, y que rebaja los niveles de polución a partir de los cuales se limita la velocidad, el aparcamiento, o el acceso de los coches al centro.

La Junta de Gobierno de la ciudad ha aprobado hoy este documento que sustituye al impulsado por el PP en marzo de 2015, que permitió el pasado noviembre limitar la velocidad en los accesos y prohibir el aparcamiento en la almendra central a los no residentes por primera vez en la historia.

La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, la directora general de Sostenibilidad, Paz Valiente, y la portavoz del Gobierno del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, han informado hoy en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de la aprobación de este texto.

Con la nueva normativa se abre la posibilidad de prohibir circular por la almendra central de la ciudad al 100% de los vehículos en el caso de que persista el escenario más restrictivo, el 4, (se activa cuando se superan los 400 microgramos de dióxido de nitrógeno o con tres días de preaviso) y las previsiones meteorológicas sean malas.

Esta medida tendría un carácter muy excepcional e Inés Sabanés se ha mostrado hoy "convencida" de que Madrid no llegará a unos niveles tan altos de contaminación como los que se han visto en otras capitales del mundo, pero en el hipotético caso de que suceda, se deja la puerta abierta a prohibir la totalidad del tráfico.

Con este protocolo, cuyo borrador se aprobó el pasado mes de septiembre, el Ayuntamiento da un paso más en su "compromiso muy serio" por rebajar los niveles de contaminación en la capital, un objetivo que se concretará en la aprobación de otro Plan de la Calidad del Aire, ha relatado la concejal delegada de Medio Ambiente y Movilidad.

El nuevo texto, que se revisará dentro de un año con la intención de actualizarlo y mejorarlo, deja exentos de las restricciones de circulación a los vehículos de alta ocupación, es decir, aquellos en los que circulen tres o más pasajeros, además de a los vehículos eléctricos, híbridos y de gas y a las motocicletas.

La principal distinción con respecto al anterior es que se rebajan los niveles de dióxido de nitrógeno que activan los niveles de "preaviso" (180 microgramos/m3 en dos estaciones cualesquiera de la misma zona durante dos horas), "aviso" (200 microgramos/m3) y "alerta", que se produce cuando tres estaciones de medición de una misma zona detectan niveles superiores a los 400 microgramos durante tres horas.

La limitación a 70 kilómetros por hora de la velocidad en la M-30 y los accesos a la capital (escenario 1) se activará con un solo día de nivel de preaviso en lugar de dos, mientras que la prohibición de aparcamiento en las calles de la almendra central (escenario 2) se activará con dos días de preaviso o uno de aviso.

Se restringirá la circulación por las calles del interior de la M-30 al 50 % de los vehículos (escenario 3), según tengan matrícula par o impar, con dos días consecutivos de nivel de aviso mientras que el anterior protocolo exigía tres.

La restricción de circulación a la mitad de los vehículos se ampliará a la M-30 además de a la almendra central y a todo el parque municipal menos el de servicios públicos (escenario 4) si se declara el nivel de "alerta" o se viven tres días seguidos de "prealerta".

En todos los escenarios, el Ayuntamiento pondrá en marcha medidas de fomento del transporte público y se reforzarán los servicios de autobús y metro.

Madrid incumplió en 2015 por séptimo año consecutivo el tope permitido por la Unión Europea en los niveles de contaminación por dióxido de nitrógeno, una sustancia tóxica que emiten los coches diésel y que irrita el sistema respiratorio y daña al cardiovascular.