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Viaje en tres (e)tapas

Mariano Mier recoge sabores de Japón, Hawai y Perú con una especie de pizza de verduras, tartar de atún con salsa picante y cebiche de pulpo con leche de tigre

Mariano Mier posa con un batidor en su negocio. MARCOS LEÓN

Japón, Hawai y Perú. Son los tres destinos a los que nos traslada con sus creaciones Mariano Mier, ganador del XII Concurso nacional de tapas de diseño. "Okonomiyaki", "poke" y "cebiche de pulpo y camarón" son las tres propuestas que prepara para LA NUEVA ESPAÑA en su cocina de "El Quinto". Tres platos que sirven para plasmar una parte de sus experiencias culinarias en los 48 países que ha visitado este gijonés de 35 años. "La gente está cada vez más suelta y se atreve a probar cosas diferentes", resalta Mier. "Una tapa tiene que ser fácil de comer, y dos o tres bocados", añade.

El "Okonomiyaki" lo trajo a Gijón de un viaje a Japón que hizo en 2005. "A la gente le encanta. Tiene una potencia de sabor muy grande", señala. Lo que se conoce como una pizza japonesa para Mier es más bien una especie de tortilla española. "Lleva prácticamente solo verduras, que van hechas a la plancha, con una línea especial de algas, y queda como una especie de torto. Encima se acompaña de una salsa a base de verduras y cítricos, con unos copos de atún que cuando están en calor se mueven y parece que el plato está vivo", indica. Para su elaboración se necesitan apenas diez minutos. Una vez se trocean las verduras, se hace una especie de base parecida a una col china, a la que se añaden los ingredientes. Después se dejan reposar y se sirven en su punto a la plancha.

El plato principal de Hawai es el "poke". Una tapa que se asimila a un tartar de atún. "Son dados de atún, que se dejan marinar con una salsa 'kimchee' de Japón, que es ahumada, salada y picante. Y después se añade salsa 'sriracha' tailandesa, aceite de sésamo, vinagre de arroz, cebolla roja y brotes de sésamo", comenta Mier. El secreto de este plato para el chef gijonés es el sabor que deja el atún rojo. "Es muy sedoso, como manteca, y fácil de comer. Deja un regustín muy sabroso a soja y también un poco picante". El tiempo de preparación se estima en torno a los 12 minutos, tras dejarlo macerar, y con un sabor mucho más cercano a la salsa si se reserva más tiempo.

El tercer pincho elegido llega desde Perú: es un "cebiche de pulpo y camarón". Este producto abunda en varios puntos del continente americano. Mier lo probó en México, Nicaragua, Costa Rica y diferentes puntos de Sudamérica. "Es un plato muy fresco y diferente. Intenté darle mi toque", apunta. Aquí la preparación es más complicada y para obtener el punto ideal se necesita casi media hora. Tras la cocción del pulpo y dar el punto a los camarones se introduce el ingrediente estrella: la leche de tigre. "Es todo un festival. Tan pronto pica como es algo amargo, salado y ácido. Y eso le da al pescado un punto inigualable", comenta Mier, que también reconoce que es una tapa para "atrevidos": "A la gente le choca el contraste de sabores porque pueda llegar a picar demasiado".

Tapas sabrosas, que visualmente atraigan al comensal y que sean algo diferente. Son las tres premisas de las creaciones de Mariano Mier, un especialista en tapas de diseño, que consigue plasmar en sabores sus viajes por el mundo. "La gente se está olvidando del típico pincho de chorizo o de tortilla que te ponen de toda la vida", resalta.

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