La Autoridad de Embriología y Fertilización Humana (HFEA) del Reino Unido concedió por primera vez a un grupo de científicos británicos el permiso para modificar genéticamente embriones humanos.

La investigación tiene como objetivo proporcionar un mayor conocimiento sobre los primeros momentos de la vida humana. Los estudios se desarrollarán durante los primeros siete días después de la fertilización para conocer la evolución del óvulo y, entre otras cosas, se podría obtener información sobre las causas de los abortos. Una vez finalizado el estudio, los embriones se destruirán al ser ilegal su utilización para implantarlos en mujeres.

La autorización para modificar embriones humanos con fines científicos se ha registrado después de que investigadores en China admitiesen el pasado año haber alterado los genes de embriones para intentar eliminar un problema sanguíneo genético.

Las modificaciones con fines terapéuticos están prohibidas en casi todo el mundo, pero en el Reino Unido será posible a partir de ahora conseguir el permiso si su finalidad es la investigación científica. Se trata de un asunto controvertido, pues sus detractores temen que la alteración del ADN de un embrión abra eventualmente las puertas a los llamados "bebés de diseño". En el citado comunicado, la organización concreta que la licencia concedida incluye una condición por la que "ninguna investigación que emplee selección genética se pueda llevar a cabo hasta que haya recibido la aprobación ética" y que "es ilegal" transferirlos a una mujer para "tratamiento". Los embriones a utilizar serán donados por parejas que tengan muchos almacenados como parte de sus tratamientos de fertilidad.