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Don Carnal se rinde a los postres

Asturias mantiene en todo lo alto la tradición de preparar frixuelos y bollinas para celebrar dulcemente el Antroxu

Belén García prepara la mezcla de los frixuelos: huevo, harina, leche y levadura, que después deja reposar quince minutos antes de llevarla a la sartén. s. arias

En los fogones no hay fiesta que se le resista a un asturiano. Cada celebración cuenta con su menú tradicional y la llegada del Antroxu trae consigo pote de berzas, callos o picadillo, pero también elaboraciones dulces que conquistan a los más llambiones. Cada zona de la región tiene sus propias peculiaridades, si bien los dos postres más conocidos del Carnaval son los frixuelos y las bollinas. Baratos, sencillos y exquisitos.

La elaboración de bollinas o casadiellas es una de las tradiciones comunales de los vecinos de Riberas (Soto del Barco) en las fiestas de San Blas. Desde largo tiempo se reúnen para preparar la masa la noche antes de la festividad. Harina, agua, sal, levadura y un poco de vino blanco para la masa; nuez, azúcar y anís al gusto para el relleno. Ésos son los ingredientes básicos que emplean los vecinos. "Aunque hay personas que no le ponen vino blanco y cambian algunos ingredientes", precisa María Dolores Fernández.

Con la masa lista y reposada llega el momento de estirarla con el rodillo. La pequeña Soraya Galán se emplea a fondo porque quiere aprender y mantener una de las tradiciones del pueblo. Estirar, poner un poco de relleno y sellar. Luego, con un tenedor termina de cerrarlas. Así, las bollinas están listas para caer en el aceite caliente y dorarse. "Cuando tienen un poco de color ya se pueden sacar", precisa Fernández. Una vez en el plato se espolvorea azúcar por encima y ya están listas para disfrutar del Antroxu de la manera más dulce.

Los frixuelos son también un postre típico de la época, y en La Borbolla (Grado) Belén García, bloguera culinaria, los prepara con la receta que aprendió de su madre, Carmina, a quien perdió el pasado mes de enero. Por ello, los frixuelos de este Antroxu serán más emotivos que nunca. "Pensé que no iba a poder ponerme a hacerlos, pero en mi casa nunca faltaron en Carnaval", explica.

Con doscientos gramos de harina, un cuarto de litro de leche y tres huevos saca frixuelos para un regimiento. Un poco de sal y una pica de levadura "para que sean más esponjosos". La mezcla se bate y cuando liga se deja reposar alrededor de veinte minutos. Con el aceite bien caliente y una sartén que no pegue echa la mezcla, después espera a que cuaje para darle la vuelta y en pocos segundos el frixuelo está listo. Luego les pone azúcar, miel o incluso crema de cacao. "Como los prefieran", subraya.

El Antroxu, además de disfraces, es sinónimo de buena mesa y mejores postres. De unas recetas ancestrales con las que disfrutar de los días festivos con familia y amigos.

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