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FRANCISCO MENÉNDEZ-GRAÍÑO | Cirujano plástico

"La cirugía plástica, por mucho que operes, nunca va a rehacer una relación de pareja rota"

"La tendencia para 2016 es que las prótesis de mama se van a llevar más pequeñas; hasta ahora no hacen más que crecer"

Francisco Menéndez-Graíño, en el hotel Ramiro I de Oviedo. FERNANDO RODRÍGUEZ

-La vida son rachas y estoy en una buena. Mi mujer está bien, tengo un hijo en la Universidad, otro acaba el Bachillerato... Profesionalmente es un buen momento, tengo años de experiencia que ayudan en el quirófano, y me veo bien físicamente. La cirugía es enemiga de la edad: en 8 o 10 años lo dejaré.

-Oí a una mujer decir de otra muy operada: "Púsose cara de rica". ¿La crisis le afecta?

-Nunca lo había oído. No hemos salido de la crisis, aunque hubo una mejoría en el último trimestre. La actividad de la consulta bajó un 30% desde 2010, éramos tres y somos dos. Tengo familiares en paro y es doloroso.

Francisco Menéndez-Graíño (Lugo, 1956) es el nuevo presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP). En su consulta hace un 40% de cirugía estética, un 30% de cirugía funcional, un 30% de cirugía de la mano y algo de reconstrucción oncológica.

-La cirugía estética tiene un componente frívolo y parte de la culpa la tenemos los cirujanos cuando hablamos de los famosos. Eso es lo secundario. Lo importante es que hace dos semanas operé la nariz a una chica de 30 años y al quitarle la escayola se puso a llorar porque ya no se veía fea. Hay gente descontenta con una característica física que se opera y solucionado.

-¿Los cirujanos plásticos ahorran gasto en psicología o los psicólogos ahorran gasto en cirugía plástica?

-Somos complementarios. Pío XII decía que la cirugía estética es medicina porque es tan importante la salud física como la psíquica. Envío al psicólogo a quien tiene expectativas que no le puedes dar, si va porque su pareja le dejó porque le ve viejo o vieja. Por mucho que operes no reharás la relación. O a quien quiere parecerse a Charlize Theron, y para eso debería volver a nacer.

En la familia de Paco Graíño no había médicos. Su padre era un marino de Avilés que trabajaba de funcionario y su madre, una ama de casa gallega. Tiene una hermana mayor. La familia se instaló en Oviedo cuando él cumplió 3 años. En el Bachiller dudaba entre Arquitectura y Medicina. En sexto decidió ser médico porque había Facultad en Oviedo.

-¿Y la especialidad?

-Mi ilusión era la ginecología y, por hacer algo diferente, la esterilidad. De estudiante pasé un año con el doctor Villaverde, pero la "gine" no era lo mío. En quinto de carrera apareció mi maestro Ricardo de Manuel, cirujano plástico, que daba mano, quemados, oncología, microcirugía y reimplantes y lo hacía atractivo. Hice 5 años de MIR y otros tantos en la Seguridad Social.

-¿La cirugía plástica cumplió sus expectativas?

-Tiene una parte artística, pero, por orden, soy persona, médico, cirujano plástico y, luego, tengo un componente artístico. Tengo compañeros escultores. Yo pinto bien. En el trabajo lo paso muy bien con la cirugía de mamas, las narices y jugando con la grasa.

-¿Qué opina de los artistas performers que acuden a la cirugía para implantarse unos cuernos o parecer lagartos?

-Es una degeneración y nunca entraría al trapo de hacer eso.

-¿Isabel Preysler hace lo mismo sin ponerse cuernitos?

-No la sigo, sé que se operó y tiene una buena base.

-¿Su edad no es ya un reto?

-Isabel Preysler tiene margen. Tengo pacientes de setenta y tantos, pero he rechazado "liftings" a los 80 años porque no es lo mismo operar a una persona joven que a una mayor con achaques. Una señora de 80 años quería pintarse los labios y se le corría el carmín por los surcos. Eso es razonable y lo arreglé con una ampolla de ácido hialurónico.

-Las mamas se quitan...

-Oí a Ivo Pitanguy comparar a una mujer con un pecho muy grande con los músicos que cargan con un bombo. Si pesan kilo y medio arquean la columna.

-... Y se ponen. ¿Los implantes pesan igual que las mamas?

-Sí. Cuando empecé, hace 30 años, poníamos volúmenes de 200 gramos por mama. Hoy están las dos entre 550 y 600. Las asturianas son moderadas. Compañeros de Málaga me dicen que hacen implantes de un kilo y más. Van contra sus principios, pero si no, no operan. Los implantes no han hecho más que crecer, aunque por encima de 700 gramos la mama cae antes.

-¿Seguirán creciendo?

-El último informe de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica dice que para 2016 van a bajar. Las crías miran a los famosos y están viendo que bajan los volúmenes. Son tendencias.

-¿España sigue alta en cirugía plástica?

-Se mantiene, pero se ve crecer la potencia de Rusia y Asia. En China hay 5.000 cirujanos de estética. Con Mao había cero.

-¿Cuál es el futuro?

-La grasa. En 25 años no habrá prótesis de mama. Trabajo la grasa desde 1996 para aumentos de glúteos y en cara y en pequeños implantes, asimetrías, rellenos de tumor de mama extirpado. Tiene células madre que se pueden especializar para hacer hueso, cartílago... Con impresión 3D podrías hacer un molde de mama que, con tejido del paciente, se pueda coser a una arteria y a una vena. Es fisiológica, si engordas, engorda; si adelgazas, adelgaza.

-Quite de aquí y ponga aquí.

-Todavía no corrige la arruga fina, el código de barras, pero en el futuro próximo se conseguirá.

-¿Para qué preside AECEP?

-Quiero un congreso anual como en Francia, Inglaterra, Italia, al que acudan profesionales con prestigio, enseñen lo que hacen, comamos juntos y cuenten trucos. Viajaré más, me costará dinero pero compensa algo el ego.

Fuera de la consulta, a Menéndez-Graíño le gustan la tecnología, la ópera, viajar, ir al cine, leer y tomar una caña con los amigos, "muy importantes en la vida". Para "mantener la carrocería" cada semana hace dos días de gimnasio y uno de pádel, "un deporte en el que soy malo, pero lo paso muy bien".

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