Después de casi una década de recortes, los investigadores del cáncer en Estados Unidos reciben con optimismo la ambiciosa iniciativa "Cancer Moonshot", que el Gobierno compara con la que en 1961 desplegó el presidente John F. Kennedy para llegar a la Luna. El vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, pidió en octubre pasado la misma determinación para curar el cáncer que para conquistar el espacio y desde esta semana está al frente de una "misión" de 1.000 millones de dólares para conseguirlo. Con la iniciativa "Cancer Moonshot" ("Lanzamiento a la Luna"), el Gobierno busca lograr en cinco años el progreso de una década, con más tratamientos disponibles para los pacientes y más capacidad para prevenir el cáncer en estadios iniciales. Biden perdió a su hijo mayor el año pasado por un tumor cerebral.