"La gran aportación del realismo del XX, del nuestro y del americano más que del europeo, es una forma de acercamiento al ser humano y un despego de un arte elitista", dice Antonio López, que regresa hoy al Thyssen en una exposición que canoniza a los "Realistas de Madrid". "Esta exposición me parece un regalo, especialmente en este momento de crisis en el que estamos y en un sitio como éste, y creo que viene muy bien para ver lo que ha pasado en el arte, no sólo en la figuración", afirma el gran maestro, uno de los dos artistas vivos más cotizados en el mercado internacional. Le hace ilusión a Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) volver a ver la obra de todos juntos y exponer con Mari, la pintora María Moreno, su esposa. El grupo, el "menos narcisista" de todos los que surgieron, fue bautizado por la crítica como Realistas de Madrid. "Todos los grupos han durado poco, menos los 'Rolling Stones', que siguen ahí", dice con humor.