La suerte está echada para esta primera fase del Concurso y Muestra de Folclore "Ciudad de Oviedo" que organizan el Ayuntamiento y LA NUEVA ESPAÑA. La matinal de ayer en el teatro Filarmónica fue la última de una primera ronda en la que participaron más de un centenar de concursantes de todas las modalidades: tonada (hombres, mujeres y juvenil), gaiteros, parejas de baile y monologuistas.

Ayer desfilaron los últimos interpretes de cada categoría y, por tanto, fue la última oportunidad del jurado para valorar y dilucidar quiénes estarán en la fase semifinal.

La jornada mantuvo los cauces de las últimas celebradas en el Filarmónica: es decir, buen tono de las parejas de baile y gaiteros (algo que ha sucedido desde la primera matinal) y actuaciones desiguales en la modalidad de tonada, que, con la fuerza de su número de participantes, acapara gran parte de cada uno de los programas que se han venido realizando en esta edición del certamen, que el próximo año celebra las bodas de plata. Es, pues, un concurso con mayoría de edad y que en estos años alcanzó gran impacto en cuanto al número de participantes, calidad de muchos de ellos y galardones, ya que el concurso asegura premios para todos los que lleguen a la final.

El programa de ayer lo completó, como es habitual, la modalidad de monologuistas, incorporada este año a la competición (el anterior estaba en el apartado de muestras de folclore).

Fue turno para Adolfo Uría, que tiró de la fecha para hacer su relato. Con un vestuario basado fundamentalmente en las zapatillas de andar por casa con un calcetín blanco y la gorra, el humorista se apoyó en San Valentín. Ya daba pistas con el título del monólogo: "El día de los enamoraos ye pa' gastar". Y con ese hilo tuvo momentos en que el público rompió a carcajadas, como la historia de alguien que mangó un ramo de flores de un cementerio para regalo de enamorado, aunque se olvidó quitar la cinta que decía: "tus amigos no te olvidan". También tuvo un momento alto cuando sonó un móvil; de tal modo que una buena parte del público creía que era de algún espectador ante la recriminación del artista. Pero no; resultó que era el suyo. Lo llamaban de casa.

Su colega de escena iba con un atuendo más ligero e hizo un monólogo con un humor muy interesante, que empezó definiendo las rayas al medio de todo su cuerpo para terminar con la trasera, que "viene de serie", dijo. Además de mostrar una retahíla de objetos y prendas (entre ellos uno de esos slips afuega el pitu) que dieron un toque distinto a la actuación. Hay que sumar el tratamiento médico, que le provocó andar un tanto extraño porque el doctor le recomendó que los "huevos, ni tocarlos".

Tras las actuaciones, el jurado, presidido por Alfonso Sánchez Peña, se reunió con sus vocales con el fin de diseñar la lista de semifinalistas, que mañana publicará LA NUEVA ESPAÑA. Una vez se conozcan los clasificados comenzarán a actuar a partir del próximo día 28, hasta concluir esa fase el 24 de abril, para cerrar el calendario con las finales en mayo.