Las actrices Emma Thompson y Julianne Moore dieron ayer el toque de distinción, inteligencia y sensualidad en la Berlinale, la primera al frente de un filme, "Alone nazi", donde interpreta a una alemana durante el nazismo, y la segunda en una comedia romántica con algo de intriga. "De vez en cuando está bien salirse del papel de exquisita dama inglesa", afirmó Thompson, cuya película está incluida entre las 18 a competición del festival y donde aparece como una madre avejentada por el dolor tras perder a su hijo en combate.

El filme, dirigido por el suizo Vincent Pérez, brindó a la actriz la oportunidad de regresar tras años de ausencia al festival que en 1996 dio el "Oso de Oro" a su "Sentido y sensibilidad" ("Sense and Sensibility"), dirigida por Ang Lee, y donde en 2001 compitió de nuevo con "Wit" ("Amar la vida"), de Mike Nichols.

En "Alone in Berlin", basada en un libro del escritor suizo Hans Fallada y rodada en inglés, representa a la esposa de un nazi convencido de que deja de serlo tras la pérdida del hijo para iniciar su propia resistencia contra el nazismo. Thompson y su esposo en la película, Brendan Gleeson, dan solidez a un filme que no acaba de funcionar, quizá por rodar en inglés una película de temática tan alemana como ésta.

Moore acudió con la película "Maggie's plan", exhibida fuera de competición en la sección Panorama y dirigida por Rebecca Miller, hija del dramaturgo Arthur Miller y esposa del actor Daniel Day Lewis.

Una sola palabra -"sexy"- utilizó Moore para calificar a su compañero de reparto en esa película, Ethan Hawke, ausente en la presentación, para añadir que cuanto más le conoce más le gusta trabajar con él.

En otro frente, el documental "The Music of Strangers: Yo-Yo Ma and the Silk Road Ensemble de Morgan Neville" se presenta de la mano, entre otros, de la gaitera orensana Cristina Pato. Es un proyecto musical de preservar las tradiciones. El filme no es un documental sobre el Silk Road Ensemble o sobre el violonchelista Yo-Yo Ma, el creador de este colectivo, sino que reúne "un montón de historias" que se cuentan a través de cinco personajes y que "al final te hacen relacionar la música con emociones que son inexpresables de otra manera", explica Pato.