Ernesto Colman, el dueño de Vitaldent detenido por presunto fraude a la Hacienda pública y a los franquiciados, era un habitual de Salinas, localidad en la que residió desde su nacimiento su actual compañera, Macarena Ibáñez, y en la que reside su suegro, Luis Ibáñez.

"La pareja es propietaria, al menos, de un chalé en Salinas, en las inmediaciones del paseo marítimo", señaló el vecino A. G., quien prefiere preservar su identidad. La infancia de la joven, que ronda los 35 años, transcurrió en Salinas. Hija única, su madre, que falleció hace unos años, era avilesina y su padre es un burgalés de Canicosa de la Sierra que se estableció en Asturias hace décadas.

Desde hace años se conocía en la localidad castrillonense la vinculación sentimental de Macarena Ibáñez con el dueño de Vitaldent, protésico dental de titulación, y al que se atribuye una fortuna de unos 600 millones de euros. Según algunas fuentes, los caminos de la pareja se cruzaron gracias a Alfonso Ibáñez, tío de Macarena, fallecido hace cinco años y que, entre otros muchos negocios, estaba vinculado a la cadena de clínicas Vitaldent.

Los hermanos Luis y Alfonso Ibáñez fueron los impulsores de la "noche avilesina" con la apertura de las discotecas Febos, primero, y La Real, después, ambas en el barrio de Sabugo. Los negocios hosteleros se extendieron a Oviedo, Gijón y Madrid. Alfonso Ibáñez fue el "alma mater" del festival Aquasella, que desde hace dos décadas se desarrolla coincidiendo con el Descenso del Sella.

La noticia de la detención de Ernesto Colman desperezó en la mañana de ayer a Salinas y a todo Castrillón. Nacido en Uruguay hace 55 años, el protésico y empresario es padre de cuatro hijos de dos relaciones anteriores y espera su primer vástago con Macarena Ibáñez, que en su perfil de Facebook muestra, feliz, su embarazo.