La normalidad era ayer la tónica en la clínica Vitaldent de Gijón situada en la avenida de la Costa, la primera que abrió en la ciudad hace más de una década. Los trabajadores de la franquicia insistían en que los tratamientos "están garantizados" y en que, pese a la detención de los principales miembros de la cúpula de la firma, "la actividad sigue con toda normalidad". Entre los clientes tampoco había nerviosismo, al menos a simple vista. "Tenía cita y vine como estaba previsto. Ahí dentro de eso no se habla, es un tema tabú, pero siempre he estado encantada con el trato y ahora eso no va a cambiar porque haya dos que les hayan estafado a ellos", afirmó Marcelina Llames, una de las clientas que ayer por la tarde acudían a la clínica de la avenida de la Costa.

Entre tanto, el personal de la clínica avilesina de Vitaldent, que lleva quince años abierta, recibió con sorpresa la noticia de la detención y trasladó mensajes tranquilizadores a la clientela sobre la continuidad de la actividad. La atención odontológica no se vio afectada y los pacientes, como Francisco Javier Vilariño, separaron la atención odontológica que reciben -"personalmente no tengo queja, al contrario"- de los líos fiscales del fundador de la firma.