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"En un futuro el trabajo no va a existir y podremos hacer lo que nos guste"

cerdo y un filete sin matar la vaca. No habrá enfermedades como la de las "vacas locas" o fiebre aviar porque no se transmitirán males de unas especies a otras. Además, será una comida más barata, de diseño, y le podrás poner el sabor que quieras. Un chorizo con sabor a café, por ejemplo. Todo será más barato, ecológico, saludable, humanitario y animalitario.

-¿Llegará a ser la basura, cuya eliminación tanto nos preocupa hoy, un elemento fundamental en la construcción?

-¡Por supuesto! En veinte años desaparecerá la basura y hablaremos de materia prima en lugar equivocado. Todo se puede reciclar. Desde el punto de vista químico somos muy sencillos. La madera es más sencilla de hacer que un humano. Construiremos todo de forma más eficiente y en cinco años ya no podremos decir "yo no lo sé" porque estaremos todos conectados a la nube.

-Pero es que en la nube hay mucha basura?

-Cada vez se crean más mecanismos de depuración de información.

-Con el precio del petróleo por los suelos, ¿cómo aprovecharemos la energía solar para vivir confortablemente a un precio muy barato?

-Los paneles solares son cada vez más baratos y eficientes. Ése es el futuro.

-¿Tiene también un futuro prometedor la energía eólica producida por el viento?

-Las energías renovables fueron caras cuando empezaron, pero hoy son más competitivas que las energías combustibles fósiles e incluso que las plantas nucleares. En dos décadas no habrá energías combustibles fósiles.

-¿Hasta dónde puede llegar la capacidad constructiva de las impresoras 3-D?

-Se está empezando ahora con las impresoras 3-D y cada día hacen cosas más asombrosas con metales, plásticos y otros materiales. No habrá que llevar materiales de repuesto a la Estación Espacial Internacional porque se podrán imprimir piezas en el espacio. Con las impresoras 3-D podrás imprimir un vaso, una silla o un coche desde tu casa. A nivel molecular y atómico, estas máquinas imprimirán átomo por átomo a la perfección cualquier órgano que queramos. Estamos hablando de la ingeniería de la perfección porque nada sobrará y nada faltará.

-¿Llegará el momento en que una nevera inteligente se recargue ella sola de acuerdo con mis necesidades y mediante el suministro facilitado por drones?

-Y podremos imprimir cualquier tipo de comida que nos apetezca porque desde el punto de vista químico es muy sencillo. Tendremos cartuchos de átomos en vez de cartuchos de tinta y sacaremos de la impresora un pollo o una lechuga. Cada kilo de comida impresa valdrá un euro, así que nos saldrán muy baratos el caviar y el champán.

-¿Qué efectos tendrán en la educación los estudios que se realizan sobre el funcionamiento del cerebro?

-El cerebro es el órgano de la educación y el único del que desconocemos su funcionamiento. Es ahora cuando se empieza a estudiar y en diez años lo comprenderemos, con lo que va a ser más fácil que aprendamos, nos educaremos mejor y nos abrirá las puertas a hacer cosas inimaginables. Nos servirá también esta comprensión para descartar información poco rigurosa que nos llegue de la red.

-Usted lo pone todo tan fácil que incluso afirma que no hace falta tener dinero para crear una empresa de éxito. ¿Cómo es posible?

-Muchos de mis alumnos ya consiguen financiación en plataformas y a través del "crowdfunding". Llegan a recibir millones de dólares si consiguen vender sus ideas. Todos tenemos talento. Lo que pasa es que la educación actual castra tu imaginación. Usando la imaginación al máximo y teniendo buenas ideas todo es financiable. Las grandes empresas de hoy en día nacieron en garajes. Nunca ha habido tanto dinero para financiar buenas ideas y además a los ricos de hoy les gusta involucrarse en estos proyectos imaginativos.

-Si los robots van a hacerlo todo, ¿qué va a ser de nuestros puestos de trabajo?

-Mire, el trabajo es una maldición bíblica. En el futuro, el trabajo como tal no va a existir y podremos dedicarnos a hacer lo que nos gusta, estar con los seres amados, viajar o cultivar plantas. Se va a acabar la tortura del trabajo rutinario. Pocas personas están contentas con su trabajo.

-¿Lo está usted?

-Yo no considero lo que hago un trabajo. Yo hago lo que me gusta.

-Casi podría decirse que internet acabará con las profesiones y las empresas actuales, debido a lo que ustedes llaman disrupción y que afectará a todos los ámbitos, ¿verdad?

-Habrá una disrupción en todos los ámbitos. Hace 50.000 años éramos cazadores y recolectores. Hace 10.000 nos hicimos agricultores y sedentarios y los cazadores y recolectores se fueron al paro. Tendremos otros trabajos, otras ocupaciones basadas en nuestra creatividad, y será mejor para todos.

-¿Habremos llegado entonces al paraíso terrenal?

-Regresaremos al paraíso terrenal del que nos expulsaron cuando cometimos el pecado original.

-¿Tendremos todos un buen sueldo sin trabajar?

-Habrá que crear un salario mínimo garantizado para toda la humanidad en esa nueva sociedad humano robótica. Con ese sueldo se podrá vivir bien.

-¿A qué dedicaremos entonces nuestro tiempo?

-¡Hay tanto por hacer y descubrir fuera de este planeta! En dos décadas colonizaremos Marte y necesitamos a gente que se vaya para allá. Ya no hablaremos de luna de miel, sino de Marte de miel.

-¿Iría usted?

-¡Claro que sí! Como no me pienso morir y voy a rejuvenecer gracias al control de la edad biológica me pasaré unos años en Marte y después volveré.

-¿Qué me dice del robot japonés que nos ayuda a sufrir y nos alegra como si fuera un ser querido?

-Maravilloso. En Japón existe una cultura de amor hacia los robots porque son buenos e incluso mejores que los humanos. Tienen más movilidad, hacen más cosas y son más limpios. Hay libros que enseñan hasta a hacer el amor con un robot. En Occidente se ve a los robots como algo malo. La palabra robot viene del checo y significa esclavo. Deben de ser fantásticos los robots de compañía.

-¿Es que la inteligencia artificial va a superar a nuestra inteligencia?

-Aquí entra el concepto de singularidad. Es cuando la inteligencia artificial alcanza y luego supera a la inteligencia humana. Sin embargo, la inteligencia artificial no viene de Marte, la desarrollamos nosotros para superarnos y hacernos más inteligentes.

-¿Resolverá Siri, la aplicación con funciones de asistente personal, todos mis problemas?

-Ya lo hacen en cierta medida Siri y otros sistemas operativos que te conocen mejor que tu familia. Te hacen la vida más agradable y no te regañan.

-¿Qué nos aportará el ordenador cuántico sobre el que trabaja Google?

-Aumentará los niveles de computación exponencialmente. Así que con ordenadores mucho más pequeños se harán cálculos mucho más complejos de forma más barata y rigurosa.

-Profesor, ¿en qué consiste la ideología transhumanista con la que pretenden dar una cobertura moral a su revolución tecnológica?

-Ahora hablamos de Humanity Plus, y es una filosofía basada en el humanismo de después del Renacimiento que centra toda la importancia en el ser humano. Nosotros añadimos a ese humanismo la ciencia y la tecnología para trascender a las limitaciones humanas. Esto nos permitirá hacer cosas nuevas, vivir indefinidamente, ser más espirituales y románticos porque ahora tenemos limitado nuestro cerebro y nuestro amor. Nuestra física y nuestra biología son sumamente limitantes. Este año se celebrarán en Suiza las primeras Olimpiadas cyborgs con discapacitados que serán complementados con tecnología. Los que no tienen piernas tendrán, por ejemplo, piernas biónicas.

-¿Será posible dotar de valores morales a las máquinas para que si como se prevé llegan a ser más inteligentes que nosotros dentro de unos setenta años no se vuelvan contra el hombre por considerarlo una rémora?

-Vamos a crear máquinas que nos ayuden para estar con nosotros, no para estar contra nosotros. Ya lo dijo Isaac Asimov con las tres leyes robóticas. Creo que los robots serán más éticos que nosotros. A la gente que tiene miedo a la inteligencia artificial le diría que no se debe temer a una inteligencia mejor sino a la estupidez humana. En MIT Media Lab ya se trabaja en entender los sentimientos de los robots y se discute si al igual que derechos humanos habrá que definir derechos de robots. En Corea del Sur se debate una ley para dar derechos humanos a los robots que en diez años serán tan humanos como nosotros.

-Pues Stephen Hawking, que no es un don nadie, ha dado la voz de alarma sobre los riesgos de la inteligencia artificial?

-Elon Musk ha dicho lo mismo. Creo que los dos están empeñados en que comience de una vez por todas la conquista de Marte y utilizan el miedo con esas advertencias para que la gente quiera abandonar la Tierra. Son miedos infundados.

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