Mario Vargas Llosa presentó ayer su última novela, "Cinco esquinas" (Alfaguara), momento que aprovechó para criticar la deriva que, a su juicio, está tomando el periodismo hacia la cultura del espectáculo, y subrayó que prefiere, "sin duda", formar parte de la prestigiosa colección La Pléiade que ser portada de la revista "¡Hola!", en la que últimamente aparece con frecuencia.

El escritor presentó en una multitudinaria rueda de prensa esta novela en forma de thriller, en la que hace un retrato político y social de los últimos días de la dictadura de Fujimori, con el tema del erotismo y una crítica al periodismo amarillo al servicio del poder como ejes centrales.

"Hay que tratar el sexo con naturalidad, ya hemos pasado por Freud y el psicoanálisis, por toda la cultura sexual de nuestro tiempo, que es rica y variada, y deberíamos estar informados de que en el sexo no existe una normalidad y una anormalidad, que las fronteras se confunden y se borran y las posibilidades son infinitas", explica.

"Cinco esquinas", que estará en las librerías mañana, comienza con una escena erótica entre Chabela y Marisa, dos amigas de la alta sociedad que se convierten en amantes una noche que se ven obligadas a no salir del piso de una de ellas por el toque de queda vigente en los años noventa en Lima, ciudad que se hunde en la violencia, las extorsiones y los secuestros.

Una novela llena de erotismo porque, en opinión del escritor peruano, es "un síntoma de alta civilización". "En el amor no hay que aburrirse, exige creatividad", afirma, "y una inversión de tiempo y de cultura que lo convierten en arte. Los pueblos primitivos lo veían como un desfogue animal y la cultura lo ha transformado en algo complejo y rico".

Vargas Llosa, que ejerció el periodismo en su juventud, comentó que se trata de una actividad que le "entusiasma". "Es una aventura muy interesante". Tras subrayar que pasó por todas las secciones, excepto por sociedad, hasta por deportes, radio y televisión, afeó la deriva que está tomando desde hace algún tiempo hacia el entretenimiento, "debido a un público creciente que reclama este material", precisó.

"Lo único que pueden hacer los periodistas para salvar esto es siempre buscar la verdad, preferir siempre la verdad a la mentira", subrayó. El escritor, que últimamente es protagonista de las revistas del corazón por su unión sentimental con Isabel Preysler, respondió a la pregunta de un periodista sobre si "había cambiado de acera" por salir en el papel cuché, que a él no le gusta aparecer en la revista "¡Hola!". "Aparezco por razones personales, pero si pudiera, no aparecería, porque además se pierde mucho tiempo". Aseguró que prefiere salir sólo en revistas literarias, pero que no sabe cómo no salir en la prensa rosa. "Qué puedo hacer. Si alguien lo sabe, que me lo diga", espetó.