Marcos Canteli (Bimenes, Asturias, 1974), poeta, profesor, traductor, acaba de embarcarse en una aventura poética singular y un tanto sorprendente. Decidido a hacer de la Constitución española algo más que la norma suprema, ha acabado convirtiéndola en un libro de poesía titulado "cons ti tu ci ón" (en minúsculas). El volumen está hecho con todas y cada una de las palabras de la constitución original, de la que se han suprimido los dígitos y los signos de puntuación. "Vivimos en la dictadura de los dígitos, por lo que me interesaba, sobre todo, explorar el espíritu de la letra constitucional, quería ver si ese texto podía convertirse en poesía".
Con estas premisas, Canteli se dispuso a realizar una ordenación que, en principio, parece alfabética, aunque luego se revela un tanto azarosa. Prescindió de las mayúsculas para que ninguna palabra fuera más importante que otra, usó un procesador, que no resultó del todo adecuado para ordenar el texto. Probó a organizarlo en forma de tabla. Todo inútil. Después de distintos intentos, fue un alfabetizador virtual el que vino en su ayuda. "La primera página entregada por la máquina era una bandera de aes", dice Canteli. Inquieto por los aparentes errores de la máquina en la alfabetización del texto, valoró si fragmentarlo o no, pero en cada lectura los supuestos accidentes "aportaban conexiones inesperadas, interferencias de sentido que refrescaban la lectura", así que decidió aceptarlo todo como un regalo y ésa fue ya la versión final del texto. "Tenía una constitución y una bandera, así que tenía libro".
Autor de poemarios como "es brizna" (2011), "su sombrío" (2005) y "catálogo de incesantes" (2008), por el que obtuvo el premio de poesía "Ciudad de Burgos", Marcos Canteli sometió el resultado a la opinión de sus compañeros de la editorial Malasangre con la propuesta de editarlo. La diseñadora Carmen Santamarina hizo el resto, y unos días después salía adelante una tirada muy corta y cuidada, que se encuentra ya a la venta. El libro está disponible gratuitamente en edición digital en el enlace: http://malasangreconstitucion.wordpress.com.
El resultado es una intervención poética en un texto netamente político, un texto que regula las leyes de la convivencia, pero que parece difícil de cambiar. Ahora esa barrera ha sucumbido a la poesía. "La poesía se atreve, al menos gestualmente, donde la política claudica y clausura", afirma el autor, que piensa "cons ti tu ci ón" como "una propuesta de escucha y lectura, y supongo que también podría entenderse que hay una desacralización en ese abrir el texto para que lo otro y lo de los otros entre".
Bromea Canteli con las posibles consecuencias penales de la intervención. No todos los días desmonta alguien la Constitución para convertirla en una "conexión inesperada entre palabras, una obra visual, una barbaridad o un pecado, una obra sonora, un oráculo...", aunque se encuentra y lo lee "como poesía de siempre".
