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Un camino entre pucheros

Tren con parada en Santullano

Antonio Fernández Bueno lleva 25 años asando corderos a la estaca en el bar Cabrales, un local entrañable y de buen comer situado en este pueblo de Mieres

Cordero a la estaca, ensalada y flan casero. ANA PAZ PAREDES

De los muchos trenes que cruzan la región hay algunos que tienen su parada justo delante de un bar emblemático y querido de Santullano, en Mieres: el Cabrales. Un local entrañable, pequeño, de pueblo de toda la vida, donde desde primera hora de la mañana Visi Prieto ya tiene puestos sobre la barra varios pinchos de chorizo, tortilla o salchichón para que la clientela acompañe la sidra. "Hay que coger el tren que va a Pola de Lena o a Puente de los Fierros para llegar hasta aquí. El apeadero -antes estación- está justo enfrente nuestro. Te bajas del tren, unas escaleras, y tienes el bar", señala. No deja de ser un buen consejo para todos los que no les gusta conducir, aunque se llega también perfectamente por carretera y hay espacio, en las aceras, para aparcar.

Este chigre sencillo y auténtico en el que la cordialidad es norma de la casa es donde desde hace 25 años Antonio Fernández Bueno comenzó a preparar lo que hoy es la especialidad de su local y lo que se sirve como plato rey: el cordero a la estaca. A este hombre, natural del concejo de Cabrales, de ahí el nombre del bar, siempre le gustó cocinar y, como buen cazador, aunque ahora no salga tanto al monte, también cocinar lo logrado. "Cuando empecé a asar corderos invitaba a la familia y a los amigos para que lo probaran y encontrar así la forma de que saliera más sabroso. Cambié varias veces la forma de adobar hasta dar con la fórmula apropiada. Eso sí, el cordero lo adobo el día antes y cuando toca ponerlo en la estaca lo limpio todo para que no queme. Tiene que saber a lo que es, a cordero. Se tarda en hacer entre cuatro horas y media y cinco. Los corderos que aso son de León y pesan entre doce y trece kilos", explica.

Y es que lo que se sirve en este bar amable y de cocina casera de siempre es cordero. Cordero a la estaca. Durante el fin de semana se sirven raciones, que son abundantes, acompañadas de patatas y ensalada. El postre varía, según decida Visi, aunque lo que más triunfa es su espectacular flan casero, además de que en ocasiones también elabora arroz con leche o tarta de queso. Junto con la bebida el precio es de 14 euros.

Sara, la hija de ambos y que allí está siempre trabajando con la simpatía que le caracteriza, destaca que para los que no son "forofos" del cordero también se cocina en sus fogones un buen solomillo con patatas, o bien merluza u otro pescado. Cambia dependiendo de cada fin de semana. Eso sí, una de sus especialidades y por la que también son conocidos, además de por el cordero, es por sus albóndigas de jabalí.

El resto de la semana no dan comidas, aunque el bar si está abierto. Cierran los lunes por descanso y de martes a viernes inclusive sólo se prepara el cordero a la estaca por encargo y siendo un número concreto de personas. Otro plato que prepara como pocos este cabraliego, siempre por encargo, es el "gochín a la estaca".

Tiene tres mesas en la zona del chigre y luego en su comedor, cuyas paredes recuerdan la afición a la caza de este afamado asador, tiene un espacio para unas 30 personas. Teniendo en cuenta que es un lugar pequeño y con clientela fiel, es conveniente llamar y reservar en el 985427092.

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