El Eifman Ballet de San Petersburgo actúa hoy, a las ocho de la tarde, en el teatro Campoamor de Oviedo. Es la tercera entrega del Festival de Danza de Oviedo que se abrió el pasado mes y se extenderá hasta junio. Ofrecerá el espectáculo "Rodin" con coreografía de Boris Eifman sobre músicas de Ravel, Saint-Saëns y Massenet.

La compañía rusa reflexiona en esta propuesta sobre el premio que debe pagar un genio a cambio de crear obras con carácter de eternidad. Una visión romántica en las referencias por lo demás históricas ya que aborda las difíciles relaciones entre el gran escultor y su musa Camille Claudel, que acabó trágicamente después del largo tiempo en que pasaron unidos por el amor y también por el arte. Camille vivió durante treinta años olvidada en una institución psiquiátrica a causa de quien tanto la amó.

Boris Eifman representa el espíritu inmortal de los ballets clásicos rusos, pero llevado al máximo nivel de complejidad contemporánea, involucrando al público en el mundo infinito de las pasiones humanas. El coreógrafo define su género como "ballet psicológico".