La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

A divinis

La revisión de un dogma delicado

Hans Küng pide al Papa Francisco que abra un debate sobre la doctrina de la infalibilidad pontificia

A punto de cumplir 88 años (el 19 de marzo), Hans Küng ha enviado una petición al Papa Francisco para que permita un debate que revise el dogma de la infalibilidad pontificia, definida por el Concilio Vaticano I en 1870, y según la cual "el Romano Pontífice, cuando habla 'ex cathedra' y define una doctrina de fe o costumbres posee la infalibilidad de la que el divino redentor quiso que gozara su Iglesia". Un siglo después, Küng publicó el libro "¿Infalible? Un interrogante", en el que con su brillantez habitual -no exenta de soberbia-, dirige una batería formidable de interrogantes contra dicho dogma. De todo lo esgrimido por el teólogo suizo, podrían destacarse algunas ideas: una, que no está probado que la fe necesite de proposiciones infalibles; dos, ¿puede un hombre que no es Dios ser infalible?; y tres, que con el Papa Pío IX, definidor del dogma, se inicia el ciclo de veneración hacia la persona del Papa (algo que alcanza su cenit con Juan Pablo II o el propio Francisco). A causa de este libro, Küng fue suspendido en su labor docente por el Vaticano en 1980. Había incurrido en algo sobre lo que alertaba el propio dogma: "Si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de contradecir ésta, nuestra definición, sea anatema". En teoría, desde 1870 hasta el presente sólo se ha definido un dogma de modo "ex cathedra", el de la Asunción de María, a cargo de Pío XII, en 1950. Sin embargo, se ha dado algún pronunciamiento papal que sin invocar la infalibilidad sí ha querido tener los mismos efectos: la prohibición absoluta de que las mujeres accedan al sacerdocio, formulada por Juan Pablo II en 1994 y definida a continuación por el cardenal Ratzinger como doctrina "definitiva", es decir, inamovible. Ahora bien, algunos teólogos dudan de que el Papa Wojtyla hubiera podido definir dicha doctrina como definitiva si hubiera consultado a todos los obispos del mundo, ya que una porción de ellos (centroeuropeos), habrían preferido dejar abierta la cuestión. El que un Papa formule doctrinas definitivas o dogmas en consonancia con todos los obispos es la interpretación que en el presente más defienden los teólogos progresistas. Pero Küng suele ir siempre más allá y 46 años después del aquel libro pretende que reviva un debate en el que el teólogo Karl Rahner le respondió en su momento y demolió todos sus argumentos. En cualquier caso, la infalibilidad es materia tan delicada que permanece en los estantes más altos de la biblioteca de la teología, es decir, allí donde reposan los volúmenes menos usados.

Compartir el artículo

stats