José Manuel y Javier Tejedor cumplieron anoche el sueño que comenzaron a hilvanar hace años, tantos como veinte, los mismos que llevan pisando escenarios. Ante setecientas personas -aforo completo en el teatro Palacio Valdés de Avilés- los hermanos reescribieron la palabra folk como mayúsculas en un concierto aniversario que arrancaron con la muñeira "Carcarosa" cantada por Silvia Quesada. A la gaita, José Manuel; al acordeón, Javier. Los primeros sones los acompañaron palmas que no dejaron de sonar en más de dos horas de recital.

"Texendo suaños", uno de los primeros temas de la formación avilesina, conquistó al público. Luego siguió "Positivo", composición de su último disco, con Tino Cuesta al saxo. Los Tejedor repasaron el ayer y el hoy de su discografía ante un público de mediana edad que se volcó por completo con estos hermanos que jugaban en casa y con amigos. La sección de vientos, con Miguel Herrero a la trompeta y Toño Gómez al trombón, elevó el sentimiento. Después "Gordon Duncan" y "Veleta", con Chus Pedro, que se lanzó: "Avilés, tenéis que tener gente como los Tejedor en la Villa del Adelantado", dijo. Y Javier, acordeón en mano, se emocionó.

Acto seguido hicieron sonar "Lorient": "Tenemos tan buenos recuerdos ahí que decidimos hacer esta canción", confesaron. El Palacio Valdés se inundó luego con la txalaparta de Iñaki Plaza y Kepa Calvo. También se oyeron a "Las Faltriqueiras", las "niñas" pandereteiras de Pontedeume. "Lo mejor es tener una hija", manifestó en pleno concierto José Manuel, que no pudo evitar acordarse de su hija Julia en un momento tan especial. La pequeña fue la encargada de presentar el recital con su prima Iyana.

Quince temas después del comienzo -que fue con retraso-, salió a escena Carlos Goñi ("Revólver"), que cantó en asturiano "La mentira perfecta". El público, cada vez más volcado, explosionó con "Chalaneru". Para terminar hubo danza de metales y aplausos a rabiar para unos hermanos que llevan veinte años haciendo sonar la gaita. Hoy será el bis.