El Museo de Bellas Artes de Asturias ya es una realidad de la que los asturianos "pueden sentirse orgullosos". Es una de las lecturas que se extraen de la impresión que la visita por las nuevas instalaciones produjo a los responsables políticos que asistieron ayer a la inauguración oficial de la conexión de los tres edificios que forman en museo.

Javier Fernández, presidente del Principado, recorrió el palacio de Velarde y la casa de los Oviedo-Portal acompañado por Genaro Alonso, consejero de Cultura; Pedro Sanjurjo, presidente de la Junta General del Principado, y Wenceslao López, alcalde de Oviedo. Junto a ellos, el viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez; las directoras generales de Patrimonio y Universidades, Otilia Requejo y Cristina Valdés. También asistieron los concejales del Ayuntamiento de Oviedo Ana Taboada, Roberto Sánchez Ramos y María Ablanedo, entre otros; diputados, directores de museos, miembros del patronato y un número reducido de artistas. Todos admiraron una de las colecciones de arte más importantes de España, un conjunto con más de 780 obras de primerísima calidad, que está abierto a todos los asturianos de martes a viernes, en horario de 10.30 a 14.00 y de 16.30 a 20.30 horas. Los sábados se puede visitar de 11.30 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas. Domingos y festivos, de 11.30 a 14.30 horas.

Alfonso Palacio, director del museo, hizo de guía de honor para comentar detalles de muchas de las obras. Especial atención produjo la sala singularizada donde se ha instalado el Apostolado de El Greco, conjunto que sirvió para que los políticos conocieran que llegó al museo a través de una dación en pago de impuestos del grupo Arcelor.

Sala a sala, el recorrido dio para diferentes comentarios, como los que Javier Fernández realizó ante el retrato de Jovellanos pintado por Goya en el arenal de San Lorenzo, entonces conocido, según el Presidente, como arenal de San Pedro. "Así figura en los mapas militares de la época", comentó. Le llamaron la atención la sensualidad de "La Magdalena", obra anónima italiana, y los colores orientales que Pérez Villamil introduce en la iglesia de San Juan de Amandi.

Tras la visita, el Presidente estampó su firma en el libro de honor del museo, donde reconoce el honor que supone "asistir a la inauguración de la conexión entre los edificios que constituyen un museo que es un orgullo para Asturias". Fue una frase que en similares términos repitieron otros asistentes. Pedro Sanjurjo destacó lo conseguido con una transición entre edificios "bien resuelta" que ofrece un museo que merece ser "ampliamente difundido y conocido". Invitó a todos los asturianos a valorar aquello "de lo que nos podemos sentir orgullos". Para Wenceslao López el museo contribuye a hacer del Oviedo antiguo un espacio cultural que promueve flujos turísticos, y Ana Taboada, primera teniente de alcalde de Oviedo, insistió en la necesidad de promocionar unas instalaciones que calificó de "espectaculares".

El consejero de Cultura calificó de "lujo" el resultado de la apertura conjunta de los tres edificios, consiguiendo un museo del siglo XXI con más de 4.500 metros cuadrados y 783 obras, un tercio más de las que formaban parte de la anterior colección. Alonso reconoció retos aún pendientes, como la segunda fase de las obras, pero al igual que muchos de los presentes elogió ampliamente el acondicionamiento y la remodelación de los tres edificios.