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Un camino entre pucheros

Parada para comer en el Camino

Fabada, pote y cachopo son algunas de las especialidades de Rosa María Capita al frente de El Tendejón de Fernando, en El Escamplero (Las Regueras)

Ensalada de queso parmesano, y solomillo de ternera asturiana con foie y reducción de Pedro Ximénez. ANA PAZ PAREDES

Parece imposible que haya sitios desde donde, sin estar a gran altura, con mal tiempo y el cielo cubierto, se pueda contemplar una buena parte de lo mejor del paisaje asturiano con una facilidad pasmosa. Así lo explica Fernando Álvarez Suárez desde la terraza del establecimiento que regenta junto a su mujer, Rosa María Capita Herrero, en El Escamplero (Las Regueras), el restaurante El Tendejón de Fernando. Y es que desde su terraza, y tal como él lo describe, "se puede ver la sierra del Aramo, la sierra de Tineo, la de Begega, en Belmonte, y hasta Peña Manteca y parte del Buey Muerto, en Yernes y Tameza", afirma no sin cierta admiración este hombre aficionado a la montaña y al senderismo.

El local, a pie del trazado del camino primitivo a Santiago de Compostela, justo al lado de la carretera, es visitado con asiduidad tanto por los que buscan disfrutar de su comida como por un buen número de peregrinos que por allí cruzan y que se hacen más presentes llegados los meses de buen tiempo. Eso sí, antes de ponerse al frente de este establecimiento, que abrió sus puertas el primer fin de semana de abril del año 2000, Rosa y Fernando estuvieron doce años regentando el antiguo local de uno de los bares tiendas más famosos del concejo: Casa Rogelio, frente a la iglesia. "Nosotros estuvimos allí unos doce años y seguimos manteniendo la parte de la tienda. Encontrabas de todo, cosas de ferretería, piensos, productos de todo tipo. Eso seguimos haciéndolo en el nuevo local, el actual, y en 2003, tras hacer una obra de acondicionamiento, quitamos ya la tienda", añade.

En el interior mandan la madera y la constante referencia a Asturias. Su decoración es cálida y amable y contiene un importante número de hermosas pinturas al óleo, obras todas de Rosa. En el exterior se impone su amplia y cómoda terraza, sobre todo llegado el buen tiempo. Tanto en uno como en otro lugar se sirven a la clientela algunas elaboraciones realizadas por las expertas manos de Rosa María Capita y su ayudante de cocina, Alinne Gómez, como es el caso de la fabada asturiana, el pote, sus ensaladas singulares o las numerosas preparaciones donde la carne es la protagonista. Entre semana tienen un menú a 9 euros con un primero, un segundo y un postre, y los jueves, un menú especial a 15 euros. Los miércoles cierran por descanso.

Su carta, amplia y para todos los gustos, incluye, entre otros platos, la ensalada de queso parmesano, la de pulpo o la de quesos asturianos, croquetas de morcilla o de picadillo, solomillo de ternera asturiana con foie y reducción de Pedro Ximénez, paletilla de lechazo al horno, entrecot de buey, cachopo de ternera con cecina y queso de cabra, fuente de tortinos, plato de aldea o merluza del Cantábrico con puré de patatas y verdura. Entre los postres están el que representa a Las Regueras, el escudero, así como torrijas de toffee y helado de mandarina, arroz con leche casero o la tarta de bizcocho de chocolate y coco.

El fin de semana se puede llamar y reservar en el 985799005. Tiene aparcamiento. Cuenta también con servicio de alojamiento para viajeros y peregrinos en su coqueta pensión de dos estrellas.

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