El Salón Internacional del Cómic de Granada cumple 21 años con una revisión de su formato para defender el papel cultural de historias gráficas y viñetas y acerca hasta el centro de la ciudad presentaciones de ejemplares, firmas de autores y demostraciones, esta vez gratuitas. El cómic no es solo cosa de niños y su evolución, que ha sumado a los tebeos tradicionales las historias gráficas o la influencia de estilos como el manga o el anime, lo han convertido en una expresión cultural que mueve en el país cerca de cien millones de euros al año, según los datos del Ministerio de Cultura. Desde ayer, la cita granadina con el cómic mezcla la venta de ejemplares con talleres y las firmas de autores nacionales e internacionales, una apuesta para reivindicar el valor cultural de los tebeos.