Seis esculturas monumentales de bronce del artista británico Henry Moore (1898-1986), instaladas en la plaza de Anaya de Salamanca, convirtieron ayer la ciudad en un museo al aire libre. "Henry Moore. Arte en la calle" es el lema de una exposición que pretende convertir a Salamanca en "un museo a cielo abierto, para dotar sí de un nuevo sentido a la escultura monumental, al tiempo que muestra obras de artistas de renombre en el panorama internacional".

Moore es uno de los referentes de la escultura moderna que alcanzó fama mundial por estos bronces monumentales que hasta el 12 de junio permanecerán en Salamanca. Representan "la fascinación por la figura reclinada, por la relación entre madre e hijo y por la exploración de la figura humana en el paisaje urbano.