Hacer de la mayor ciudad asturiana y de sus espacios escénicos, hosteleros y urbanos un gran escenario unido por el hilo de la música. Es la aspiración del Gijón Sound Festival, que arranca hoy con el esperado concierto de "Tindersticks" en el teatro Jovellanos y se alargará hasta el próximo domingo. Un fin de semana con una variada oferta (los organizadores defendieron ayer una programación "ecléctica y abierta", en palabras de José Luis Quirós) que incluye decenas de actuaciones en una treintena de lugares.

Y es que a los siete escenarios oficiales (teatro Jovellanos, sala Acapulco, el Sweet, teatro Albéniz, colegiata San Juan Bautista, iglesia de la Laboral y plaza Mayor) se han sumado hasta veintiún establecimientos con una programación propia: de El Patio de la Favorita al Toma 3, pasando por Savoy, La Plaza, La Vida Alegre o El Bola Ocho, entre otros.

"Queremos dinamizar la ciudad", aseguró ayer Quirós en la presentación de la cuarta edición del Gijón Sound Festival, que acogió el Café Dindurra. Al acto acudieron el gerente de Divertia Jorge González-Palacios y representantes de la Unión de Comerciantes, de la Asociación de Hostelería y de la asociación 30 Días en Bici. La bicicleta es el medio de transporte elegido por un festival que cumple su cuarto año, el de la consolidación.

"Lo que le caracteriza y le diferencia con otros festivales es que el escenario es la ciudad misma", subrayó Quirós, de Mestizo Producciones, la firma que está detrás del Gijón Sound Festival. "Estamos abiertos a sumar cosas y propuestas", añadió. Ese eclecticismo que defienden los organizadores se ve en el programa oficial de este año: de "Tindersticks", el grupo de rock de Nottingham, a Luis Eduardo Aute, pasando por el singular pianista James Rhodes (la justicia británica acaba de autorizar su controvertida autobiografía, en la que habla de los abusos que sufrió de niño) o formaciones asturianas de contrastada originalidad y solvencia, caso de "Pauline en la Playa" o "Fasenuova". Hay donde elegir.

Los organizadores esperan atraer a unos ocho mil espectadores a sus conciertos, el doble que el año pasado, según publicó este diario el pasado martes. Las expectativas de la empresa municipal Divertia son aún más optimistas. Su gerente aseguró ayer que el festival puede sumar, entre todas sus actividades, unas veinte mil personas: "El objetivo es llegar, en la próxima edición, a los treinta mil".

Un dato: el 30 por ciento de los abonos se han vendido fuera de Asturias, fundamentalmente en Cantabria, País Vasco, Galicia y Castilla y León. "Queremos hacer ciudad a través de la música", hizo resaltar González-Palacios, quien felicitó a los organizadores por el estirón que dado el Gijón Sound Festival. La Unión de Comerciantes y 30 Días en Bici han organizado para mañana, sábado, un desfile de moda en bicicleta que partirá de la plaza Mayor después de mediodía.