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ANTONIO CAMPILLO | Decano de la facultad de Filosofía de la Universidad de Murcia

"España vive una crisis política paralela a una corrupción sistémica gravísima"

"Todos pedimos un pacto educativo, que cada Gobierno no haga su ley y que Filosofía no sea una de las materias más vulnerables y frágiles"

Antonio Campillo, en su reciente estancia en Oviedo. CRISTIAN VÁZQUEZ

Antonio Campillo es decano de la facultad de Filosofía de la Universidad de Murcia. Preside la reunión de los decanos de filosofía de España y asimismo la red española de filosofía. El pasado fin de semana estuvo en Oviedo donde se celebró la III Olimpiada de Filosofía orientada a bachilleres.

-¿Cuál es la virtud de las Olimpiadas de Filosofía?

-Empezaron en Salamanca, después Madrid y Oviedo. Es un concurso para alumnos de secundaria. Se trata de animarlos a la reflexión filosófica. Hay varias modalidades: una disertación sobre un tema; un dilema moral, con pros y contras de algo; imagen, con fotografía y otra más de vídeo para trasladar una idea a un vídeo.

-Parece más retórica que filosofía.

-No. Deben hacer una reflexión filosófica con sus lecturas y con las informaciones que tienen.

-"Ser y tiempo", "La náusea" y...

-No, no. Aún no han llegado ahí. Es asimismo un estímulo para los profesores que a su vez animan a los estudiantes que acuden a las olimpiadas desde toda España.

-Así que a nivel filosófico aún existe España.

-Exacto. Cada año se suman más comunidades. Empezaron en Salamanca 11 comunidades, el año pasado 13 y este año creo que más aún.

-Usted preside la Red Española de Filosofía ¿qué es?

-Nació hace cuatro años y agrupa a todas las facultades de España, al instituto de Filosofía del Consejo y a las asociaciones de filosofía. Integra a 50 asociaciones, 25 facultad y el instituto de filosofía.

-¿Y qué hace?

-Coincidió su nacimiento con el ministro Wert y la LOMCE que nos da un hachazo a los filósofos. La red se organizó y al tiempo se peleó con el ministerio y con los políticos para tratar de salvar a la filosofía.

-Con escaso éxito.

-Cierto, con escaso éxito. Y ahora estamos en eso mismo con los Gobiernos autonómicos en el proceso de implantación de la LOMCE que está generando 17 sistemas distintos.

-¿No nació muerta esa ley?

-Eso esperamos.

-Así que hace falta una nueva ley.

-Todos pedimos un pacto educativo, que cada Gobierno no haga su ley y que Filosofía no sea una de las materias más vulnerables y frágiles. Hace falta estabilidad.

-Entonces la red...

-Creamos un espacio para toda la filosofía española. Aunque parezca extraño hasta ahora no existía una organización que reuniera a todos los filósofos.

-¿La filosofía no es por definición pura disgregación? Los filósofos no se pueden poner de acuerdo como los dentistas.

-Hay muchos grupos que estudian a Hegel o lo que sea con sus congresos y revistas. No tratamos de eliminar áreas de trabajo sino de crear un área unificada.

-La Filosofía está al alza.

-Con la crisis incluso subió el alumnado. No queremos tantos.

-¿Por qué?

-Es una carrera minoritaria. No tiene muchas salidas profesionales. Un tercio de los titulados se dedica a la filosofía. El resto, a otras cosas. Y más del 70 por ciento aunque trabajen en otras cosas dicen que volverían a estudiar filosofía.

-Es vocacional.

-Es muy vocacional. En mi facultad en primero hay algo más de 60 alumnos y está bien así. Terminan unos 20. Hay 22 titulaciones en España.

-¿Cuál es su especialidad?

-Hice Filosofía y Sociología en Madrid. Me dedico a la filosofía política y a la filosofía de la historia.

-Perfecto. ¿Qué está ocurriendo en España?

-España está en un proceso de crisis muy fuerte. Por supuesto una crisis económica ya que se desfondó el modelo que viene del franquismo, basado en la construcción, el turismo y los servicios. España vive una crisis política paralela a una corrupción sistémica gravísima. No hay manzanas podridas si no todo un diseño en ese sentido. Y hay una fractura generacional. La gente con menos de 40 años no se identifica con la transición. Vive un paro por encima del 50 por ciento. Los mejores alumnos se van al extranjero. Los llamados partidos emergentes se basan en gente de menos de 45 años. El 15-M fue la eclosión de esa fractura.

-¿No cita la crisis de la nación?

-Es endémica. Viene de finales del XIX. Desde el 98 los filósofos están hablando del ser de España, un siglo de crisis de la identidad nacional.

-Cataluña, supuestamente liderada por una burguesía ilustrada y europeísta, amenaza irse.

-Esa clase prácticamente gobernó durante todo el periodo democrático. Perdió poder al coger la bandera independentistas que ha sido su suicidio. Se ha roto. El relevo es para la Esquerra y la CUP. Ocurren cosas similares en Inglaterra, Holanda o Alemania. Hay un reflujo que parecía superado, de movimientos identitarios. Rebrotan la crisis y con los refugiados de Siria aún más. Creo que se relaciona con la globalización y las políticas neoliberales.

-¿Cómo?

-Europa tuvo muy éxito porque creó un sistema de bienestar social muy sólido. Las democracias europeas estaban así fuertemente legitimadas. La gente estaba satisfecha. Cuando eso se precariza, porque aparecen China y la India produciendo más barato y el capital financiero se mueve y evade impuestos y así otras cosas, Europa se vuelve débil y vieja. Y en vez de unirse se divide. Europa está en una situación muy grave y con un riesgo grande de división interna. Hay un referéndum de salida en el Reino Unido. Se habla de desmontar el proyecto europeo.

-¿Existe una filosofía europea?

-Hubo filosofías nacionales. Alemana, francesa o angloamericana. En el siglo XX hay una fractura entre analíticos y continentales. Ahora esa división cede. Están de moda los filósofos italianos. También la filosofía tiene una dimensión mediática, existe una clara necesidad de estrellas. En todo caso se va a la especialización. Mal asunto, la filosofía no puede ser una especialidad.

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