El coreógrafo Manuel Badás y el compositor Juan J. Ochoa trabajan a destajo sobre el escenario del auditorio del Centro Niemeyer, en Avilés. "La mejor sala de danza de Asturias es esta", confirma Badás en un paréntesis de los ensayos de "Longing for Breath", un espectáculo que se estrena el sábado que viene en el complejo cultural de la ría y cuya proyección futura es internacional: "Queremos llevarlo a todos los sitios posibles. Tenemos contactos en Inglaterra, donde yo resido. También en México y en Francia", dice Ochoa.

"Longing for breath" es una coproducción de los dos artistas asturianos y del propio Centro Niemeyer. "Por eso estamos aquí, desde el lunes. Trabajamos en ultimar los detalles de nuestro espectáculo", señala Badás. Este montaje es el primero de danza que sale con la ayuda del complejo cultural, aunque no es el primero que Badás presenta en Avilés. "Estrené 'Líneas de fuga' en la cúpula con motivo de la exposición de Herminio", reconoce. "Pero esto en lo que trabajamos es algo más", apostilla.

Y lo que es lo explica Badás con claridad: "Llevábamos más de un año investigando el proceso creativo de la danza en su relación con la música. Decidimos crear la composición y la coreografía al mismo tiempo. Y eso es lo que presentamos".

El espectáculo -de algo más de una hora- cuenta con una banda sonora extraída de un piano. "Que suena como piano, pero también como percusión. Toda la música que suena es mía y toda está escrita desde un punto de vista contemporáneo", apunta Ochoa. "Son muchos estilos, pero todos pasados por mí mismo con el fin de dar uniformidad al espectáculo que ofrecemos", añade el compositor que también participa en el espectáculo como bailarín.

Badás señaló que su parte del espectáculo nace también bajo el imperio de lo contemporáneo. "Unas veces echo mano de las líneas rectas y otras, de las curvas", señala el coreógrafo. "Trabajar durante toda la semana en este escenario nos permite cerrar un montaje que tiene un año de gestación", recalca el bailarín. "Tenemos la oportunidad de añadir una iluminación específica que corre de la cuenta de Félix Garma, que es el responsable de este campo del Niemeyer", concluyen los dos artistas casi al tiempo.